Todos estamos aplastados bajo el peso de los innumerables comportamientos que se esperan de nosotros. Nos sentimos obligados a cumplir estas expectativas, aunque sabemos que la mayoría de ellas no harán nuestras vidas más felices si las cumplimos. Aunque violar estos mandamientos de comportamiento a menudo no trae consecuencias de gran alcance, la culpa continúa devorando nuestro ego. Nadie más que nosotros mismos nos obstaculiza, nos juzga y nos obliga a la verdad. Aunque aquí entran en juego las percepciones que traemos de la infancia y la información del entorno social, no son el tema de este artículo. Si todo comienza con nosotros, cuando tengas el coraje de perdonarte a ti mismo, encontrarás a la única persona que alguna vez te ha lastimado. Necesitas entrenar tu SÚPER YO para deshacerte del sabotearte a ti mismo y eliminar la culpa, la vergüenza y el miedo al castigo atrapados dentro de ti.
Entonces, ¿cómo?
Ser agradecido contigo mismo y decir adiós a la autocensura…
La autocensura es nuestra voz interior que actúa de forma más incontrolable que la conciencia pero hace comentarios automáticos que mantienen la relación entre sí. Alimenta tus sentimientos negativos sobre ti mismo con constantes inhibiciones críticas e inhibidoras. Si actúas sabiendo que esa voz interior son códigos de censura cultural, habrás dado el primer paso. Porque es posible silenciar esta voz interior con conciencia, pero es necesario convertir esa conciencia en un hábito para poder decir adiós. (Hay una sugerencia de ejercicio al final del artículo.)
Pregúntate acerca de ser agradecido contigo mismo, ¿cuántas veces te has quejado de algo hoy? Quejarse demuestra que nos hemos olvidado de estar agradecidos y que no somos conscientes de la belleza de nuestras vidas. Saber ser agradecido es un regalo que nos hacemos cuando nos damos cuenta de lo que tenemos. Si dedicas demasiado tiempo a la negatividad de tu vida, eso es todo lo que verás. Porque cuando no estás agradecido contigo mismo, quedarás atrapado en los interrogantes de la vida con todos sus arrepentimientos. Ser agradecido contigo mismo permite el perdón. Por eso, no olvides agradecerte por todo lo que has aportado a ti mismo, por lo que has vivido o no. Hay cosas a tu alrededor para agradecer. Para ello, necesitas crear espacio y tiempo para ti. Puede que sea difícil lograrlo, pero puedes vivir y crecer en ello. Recuerda que sólo hay un paso para crecer.
EJERCICIO (Este es mi ser)
Te sugeriré un ejercicio de terapia de forma para que la "Esencia" ideal y la "Esencia" real para acercarse el uno al otro. Con este ejercicio os encontraréis a vosotros mismos, aprenderéis una actitud básica que será respetuosa y buena para vosotros, permitiéndoos liberar la "Esencia" en el río de la percepción, que te irá bien.
Puedes practicar el ejercicio "Esta es mi existencia" durante unos minutos y en cualquier lugar donde puedas concentrarte en ti mismo. Presta atención a las impresiones que tocan tu conciencia y tocan tus sentidos: ver, saborear, oler, oír, oír, sentir... Entonces verás que la percepción es un evento muy activo y que tú mismo puedes dirigirla. p>
Hay algo para ti. Déjame darte un ejemplo. "Estoy escribiendo en la computadora, este es mi ser. Respiro profundamente, este es mi ser... escucho ruido y me enojo, este es mi ser... Me pregunto si debo expresar mi enojo, este es mi ser..." Después de un tiempo, sentirás un cierto consuelo y comprenderás lo que debe suceder. Verás que aceptas lo que no es. Para entonces, la autocensura empezará a decir lo siguiente: “En realidad…, tuve que…, aunque…, no debí…, desearía…, no quiero sentir…” etc. Dale a estas frases la oportunidad de desaparecer lentamente. De esta manera, puedes investigar las acciones de autocensura antes de que el comportamiento se vea presionado.
Cuando repites este ejercicio con frecuencia, su efecto aumenta.
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