"¿Cómo es la depresión?" susurró.
"Es como ahogarse. Pero ves que todos respiran menos tú".
De vez en cuando en nuestro En la vida diaria, todos nos sentimos impotentes. Hay momentos en los que no disfrutamos de algo y nos sentimos infelices. Los acontecimientos de la vida especialmente traumáticos, como el divorcio, el despido y la muerte, afectan a cada persona de diferentes maneras, aunque a diferentes niveles. Después de tales eventos, las personas se adaptan a su vida normal con el tiempo y se sienten esperanzadas y felices nuevamente. Por supuesto, puede haber personas que necesiten superar estos acontecimientos traumáticos con la ayuda de un especialista.
Sin embargo, cuando hablamos de depresión clínica, vemos un panorama diferente. Este trastorno es un problema extremadamente grave y reduce la calidad de vida de la persona, haciéndola desagradable. En su nivel más severo existe riesgo de suicidio, lo que requiere que la persona que sufre este trastorno busque apoyo de un especialista lo antes posible.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
La depresión clínica se manifiesta mostrando una serie de síntomas. Los más importantes de estos síntomas son; Es cuando una persona se siente deprimida casi todos los días y ya no le interesan ni disfrutan las actividades que antes disfrutaba. Además, la persona constantemente se culpa a sí misma y se siente inútil e insegura. Se producen problemas graves en los patrones de sueño y el apetito. La persona puede dormir durante todo el día o, por el contrario, tener dificultades para dormir. Cuando examinamos su apetito, vemos que las personas no comen nada o comen en exceso. Debido a esto, experimenta serios cambios en su peso.
La persona pierde funcionalidad (armonía) en su vida social. Se aísla total o parcialmente del mundo exterior y ni siquiera quiere salir de casa. Para él, tales actividades requieren mucha energía y, por el contrario, se siente constantemente débil. Quiere conscientemente mantener a sus amigos, familiares y otras personas alejados de él porque la vida diaria y los acontecimientos que suceden en esta vida se han vuelto extremadamente insignificantes para él. También dijo que no tenía nada que contar porque no estaba involucrado en ninguna actividad.
La psique de la persona está completamente dominada por la negatividad y la desesperación por el futuro. Una persona hace una inferencia negativa incluso del evento más pequeño que ocurre en su vida y a menudo piensa que esta negatividad se ha producido por su culpa, alimentando y reforzando así el estado de ánimo depresivo y la infelicidad que siente. La situación que vive es un círculo vicioso. No tiene esperanzas de romper este círculo vicioso. Piensa que siempre se sentirá así y que nada cambiará en su vida. Convertir todos sus pensamientos en negativos cuando está sano le hace creer que siempre es una persona asocial, insatisfecha, inútil e infeliz cuando está deprimido.
Sin embargo, la persona no es la misma que él. Fue cuando estaba deprimido. Este trastorno que experimenta destruye literalmente su relación consigo mismo, su vida social, profesional y familiar. Vemos que la mayoría de las personas que sufren de depresión clínica hablan de estar atrapadas en una vida infernal y de sentir un dolor tangible. Esta situación trastoca la alegría, el interés y la calidad de vida. En una depresión muy severa, esta desesperanza y la creencia de que nada mejorará pueden hacer que la persona crea que la única salida es el suicidio, o puede que intente hacer sus necesidades con fantasías suicidas.
¿HAY TRATAMIENTO?
Lo primero que debemos tener en cuenta en este punto es que esta enfermedad definitivamente puede tener tratamiento. Aunque la persona se sienta sola y piense que es la única que sufre este problema en todo el mundo, debe saber que muchas personas como él están experimentando este trastorno. Elegir al psicólogo y psiquiatra adecuado y esforzarse por superar este trastorno sin darse por vencido devolverá a la persona la alegría de vivir, participar en la vida y ser feliz. Aquí cabe destacar especialmente la importancia de elegir al experto adecuado. Una persona debe confiar en el psicólogo y psiquiatra que visita, tanto como persona como como conocimiento profesional. Además, es sumamente importante que la persona sienta que el especialista la comprende y está dispuesta a curarla, y que crea que puede tratarla. En los casos en que este sea el caso, la persona recibe tratamiento. Puede dejar su trabajo inconcluso y desarrollar una opinión negativa hacia todos los psicólogos o psiquiatras. Por este motivo, es sumamente normal y necesario que la persona cambie de especialista con el que se siente incompatible y en el que no confía.
¿CÓMO SE TRATA? p>
El mayor error que se suele cometer es que la persona sólo necesita medicación, es que piensa que mejorará. En la depresión clínica, una persona a menudo necesita tomar medicamentos, pero los medicamentos por sí solos no son suficientes. En este punto entran en juego los psicólogos. Además, a veces, especialmente cuando las causas de la enfermedad de una persona no son una predisposición genética ni irregularidades químicas en el cerebro, puede ser suficiente con consultar a un psicólogo. Un psicólogo trabaja con el paciente para transformar su mentalidad defectuosa o deficiente en una más saludable de acuerdo con su personalidad, con las diversas técnicas en las que ha sido entrenado, y trabaja activamente con el cliente en las situaciones que le provocan malestar y pruebas. la realidad de estas razones. También contribuye a un mejor conocimiento de sí mismo y a una mayor conciencia de la persona. Como resultado de este estudio, la persona desarrolla una perspectiva más saludable ante posibles acontecimientos vitales negativos y problemas en la vida diaria. Con el desarrollo de su conciencia, su relación con las personas y consigo mismo llega a un punto mucho más saludable.
El tratamiento solo con medicamentos es como limpiar desde arriba la herida de una persona con una enfermedad física. Sin embargo, para que esto desaparezca es necesario profundizar y eliminar aquello que lo está provocando. Un psicólogo encuentra lo que crea tal perturbación en la psique de una persona y ayuda a aclararla. Esto no significa que su trastorno no se repita al cien por cien, pero las nuevas perspectivas que obtuvo gracias al trabajo con un psicólogo, su mayor conciencia y el desarrollo de mecanismos de defensa más saludables le ayudarán a superar esta recurrencia más rápidamente y con mayor seguridad. menos dolor.
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