La nutrición no es sólo una cuestión que hay que tener en cuenta para mantenerse en forma, sino que también es de gran importancia para la salud mental y espiritual. Para sentirse sano y en forma es necesario no sólo trabajar los pensamientos o comportamientos, sino también regular el ciclo nutricional, los patrones de sueño y el programa de ejercicios. Se puede crear un estado de bienestar a largo plazo con una base sólida establecida de esta manera.
Con tu dieta nutres tanto tu cuerpo como tu cerebro.¡¡Recuerda!! Según investigaciones recientes, se ha revelado que remodelar el cerebro no termina en la adolescencia y es sostenible. A esto se le llama neuroplasticidad. La neuroplasticidad se ve afectada por muchos factores; También se ve afectado por los estilos nutricionales, que pueden enumerarse como una nutrición adecuada, consumo de vitaminas y minerales, aminoácidos, consumo de azúcar, desayunar o no, alimentos vegetales y consumir las grasas adecuadas. Por lo tanto; Para ser un individuo sano no podemos ignorar que nuestra alimentación afecta nuestra salud espiritual y mental, considerando las relaciones entre dieta y depresión.
Para una mente en forma y una salud mental saludable, una base sólida establecerse centrándose en la nutrición:
• Se deben realizar tres comidas al día,
•El desayuno debe contener tanto proteínas como carbohidratos, fruta o zumo de fruta natural,
• El consumo de café debe ser después del desayuno (el café se consume sin desayuno), ya que afecta negativamente a la zona que gestiona todas nuestras funciones ejecutivas, que llamamos lóbulo frontal del cerebro),
• Consumo excesivo de azúcar desencadena las hormonas del estrés,
• La comunicación neuronal se ralentiza y permite la inflamación ya que el exceso de glucosa bloquea las membranas del cuerpo. ,
• Consumir almendras y melocotones puede ayudarte a mantener la calma, p>
• La yema de huevo es beneficiosa para los problemas de memoria,
• Los arándanos aumentan las funciones cognitivas y motoras,
• La deficiencia de B12 se asocia con fatiga y depresión; La B12 se puede obtener consumiendo alimentos naturales como huevos, leche,
queso, cangrejo, lenguado
• La deficiencia de B1 se asocia con trastornos del sueño e irritabilidad; harina de avena B1 Se puede tomar consumiendo maní, verduras y semillas de girasol,
• Grasas trans; debilita el pensamiento claro y la neuroplasticidad,
• La deficiencia de magnesio desencadena tensión y depresión,
• Se sabe que cuanto mayor es el índice de masa corporal, mayor es el riesgo de padecer Alzheimer,
• La grasa acumulada en el área del abdomen aumenta la inflamación y se asocia con la depresión, lo que a su vez afecta negativamente la neuroplasticidad. (Arden, 2017)
De acuerdo con esta información, teniendo en cuenta que la nutrición puede constituir una base importante para su salud general y mental, sería beneficioso para usted obtener ayuda de su médico de cabecera o un dietista experto para tu dieta. Recuerde, la salud mental y espiritual es una parte integral de nuestra salud general y requiere un enfoque multifacético. Si no sabes por dónde empezar, no dudes en buscar apoyo psicológico.
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