La salud dental comienza en el útero. La madre debe cuidar su salud durante y después del embarazo abandonando hábitos nocivos (como fumar, alcohol) y una higiene bucal regular, controles médicos periódicos, una alimentación equilibrada y hasta 1 hora de actividad (como como caminar, hacer yoga, nadar). Antes de que salgan los dientes de leche, a los pocos meses de edad, se deben limpiar las encías, el paladar, las mejillas, los labios y la lengua del bebé con una gasa esterilizada inmediatamente después de las comidas. Inmediatamente después de la erupción de los dientes de leche, el bebé debe comenzar a adquirir el hábito del cepillado, prefiriéndose los cepillos de dedos y luego los cepillos infantiles. Si los dientes de leche no están flojos, se pueden tratar de cualquier forma, al igual que los dientes permanentes. Quitar estos dientes precozmente con la idea de que de todos modos se caerán causa muchos problemas, incluso problemas de ortodoncia.
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