Durante el parto normal, la vagina se ensancha y el cuello uterino se vuelve aproximadamente 10 cm de ancho y más delgado para que nazca el bebé. En particular, los vasos que entran y salen del útero, especialmente los vasos placentarios, que nutren al bebé y proporcionan flujo sanguíneo al útero para un embarazo saludable, se ensanchan significativamente. Por lo general, en quienes dan a luz normalmente el cuello uterino se observa como un óvalo transversal, pero en quienes dan a luz por cesárea esta situación se observa redondo, al igual que en quienes no han dado a luz. En última instancia, el cuello uterino, que se vuelve más delgado durante el parto, se cierra rápidamente después del nacimiento y puede tardar hasta la sexta semana en recuperarse por completo. Sin embargo, el cuello uterino nunca vuelve a su estado anterior.
Después del parto normal, con la expansión de la vagina de la mujer, puede producirse flacidez de los labios internos y externos. Aunque no es suficiente con afectar negativamente la vida sexual de una mujer, puede afectar negativamente tanto a sus funciones urinarias como a su vida sexual después del parto, especialmente en embarazos múltiples. Por lo tanto, se pueden realizar operaciones de estiramiento vaginal, que es un procedimiento muy sencillo, para solucionar el problema. Esta situación puede aliviar a la mujer tanto fisiológica como psicológicamente. El cambio de color en la zona vaginal alcanza su aspecto anterior hasta los 10 días después del parto.
La cantidad de peso que se gana durante el embarazo es muy importante. Lo ideal es que la futura madre que gane entre 10 y 12 kilos no tenga muchas dificultades para recuperar su forma anterior. Porque, después de un parto normal, el peso que ganó durante 9 meses disminuye repentinamente. Pasada esta etapa, es muy importante llevar una dieta equilibrada. En particular, se debe restringir la ingesta de carbohidratos. Además, la reanudación de la menstruación después del parto normal se produce entre la sexta y octava semana en mujeres que no amamantan. Sin embargo, este período puede ser más tardío en las mujeres que amamantan y la lactancia materna no siempre previene la ovulación. Porque a lo que hay que prestar atención es a que las mujeres pueden quedar embarazadas incluso sin menstruar.
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