El mutismo selectivo generalmente se puede definir como un trastorno de ansiedad infantil. Es diferente de la timidez y de la total negativa del niño a hablar. El mutismo selectivo se puede definir en términos generales como un trastorno de ansiedad infantil. Es diferente de la timidez y de la total negativa del niño a hablar. Mutismo selectivo; Se puede definir como el niño que tiene habilidades para hablar con fluidez y no habla en situaciones sociales en las que se requiere hablar (escuela, círculo de amigos, etc.).
No forma parte de un trastorno de la comunicación ni de un trastorno del desarrollo. demora. Estos niños tienen la capacidad de hablar y comprender, pero no logran utilizar estas habilidades. Pueden continuar con sus funciones normales en otros ámbitos de la vida.
La aparición de esta dificultad suele ser antes de los 5 años, y se puede notar especialmente entre los 1-3 años. Estos niños son definidos como tímidos por sus padres hasta que llegan a la edad escolar. Cuando comienzan la escuela, no hablan en absoluto en este nuevo entorno y quedan excluidos de diversas actividades y situaciones sociales en la escuela. Esto no debe confundirse con el comportamiento de los niños que recién comienzan la escuela durante el proceso de adaptación.
Cuando las historias pasadas de sus hijos son arrebatadas a sus familias, a estos niños les resulta difícil separarse de sus padres. , tienen problemas de sueño, ataques de ira y llanto, suelen estar ansiosos, utilizan el lenguaje en el entorno familiar y aunque se sienten bastante cómodos en su comportamiento, se aferran a sus padres en entornos ajenos a la familia, presentan comportamientos dependientes, no se comunican, etc. . Así lo afirma.
Aunque no se sabe exactamente dónde se origina el mutismo selectivo, sí se sabe que estos niños están genéticamente predispuestos a la ansiedad. Se cree que estar en un entorno intensamente estresante es un factor de riesgo para la aparición del mutismo selectivo. Sin embargo, no hay evidencia de que esté relacionado con la negligencia, el abuso o el trauma del niño. Las investigaciones muestran que estos niños sienten ansiedad en entornos sociales a una edad temprana. La incidencia del mutismo selectivo es bastante rara.
Los siguientes criterios para considerar el mutismo selectivo en un niño;
- Si bien el niño habla normalmente en un entorno social pequeño como el familiar o con personas que él elige, no habla en otros lugares (por ejemplo, en la escuela o en el patio) o en los diferentes entornos sociales que encuentra
- Esta situación afecta negativamente a la vida educativa del niño, al éxito escolar y a sus relaciones sociales
- No hablar no se debe a que no conozca el idioma utilizado en el entorno social o problemas del habla (tartamudez, etc.)
- No hablar se debe a un trastorno de la comunicación o a un trastorno psicótico. No depende de un proceso
- Esta situación debe continuar durante al menos 1 mes
El mutismo selectivo se puede notar más fácilmente a medida que los niños crecen y comienzan a encontrarse con el entorno social fuera de la familia. Porque se puede observar fácilmente que estos niños tienen miedo de hablar, se quedan helados cuando intentan comunicarse, dejan las preguntas sin respuesta, muestran una expresión facial apagada y vacía, no sonríen y no hablan.
Especialmente el ambiente escolar y los largos períodos de silencio en el ambiente son perjudiciales para los niños. Es un gran desafío. Pueden expresar sus necesidades y sentimientos sacudiendo la cabeza o señalando, o pueden permanecer inmóviles y sin responder hasta que se comprendan sus deseos. Sus percepciones de sí mismos en el entorno social son generalmente negativas y tienen expectativas negativas. Tienen algunos juicios negativos como "Si le hago una pregunta a mi profesor, puede que se enfade conmigo" o "Si hablo, haré un sonido extraño y los niños se reirán de mí".
La frecuencia del mutismo selectivo es rara y es posible que la mayoría del personal escolar no pueda brindar el apoyo adecuado a este respecto debido a su falta de experiencia con niños que experimentan esta dificultad. Por tanto, puede ser una situación preocupante para padres y profesores. El mutismo selectivo debe ser seguido por un especialista. El especialista elegirá el método de apoyo y terapia adecuado para el niño, teniendo en cuenta su edad y necesidades. También se utilizan terapias de grupo y terapias de juego como métodos de apoyo.
De vez en cuando pueden surgir situaciones en las que también se requiera terapia familiar. El primer objetivo del especialista será reducir la ansiedad y aumentar la autopercepción y la confianza en uno mismo. Cuando se logre este objetivo Después, la comunicación verbal del niño será natural. No hay que olvidar que el proceso puede ser lento y largo. Mientras el especialista continúa trabajando con el niño, también incluirá a los padres y maestros en el proceso. Compartirá información sobre las actitudes y actitudes de las personas del círculo social cercano del niño (madre, padre, maestro) al comunicarse con el niño. Como en todo tipo de estudios sobre el niño, es importante que el círculo cercano colabore con el especialista en mutismo selectivo.
Aunque el mutismo selectivo se manifiesta con algunos síntomas antes de los 5 años, se nota por padres y maestros, especialmente cuando los niños comienzan el jardín de infantes o el primer grado. Cuando se note o se sospeche, se debe buscar la ayuda de un experto lo antes posible. Si no se interviene a tiempo, esta situación puede afectar negativamente tanto a la vida educativa del niño como a sus relaciones sociales, provocando desconexiones y alienación.
Recomendaciones para los padres;
- Selectivo. Si observan criterios de mutismo en sus hijos, deben consultar a un especialista para obtener ayuda profesional lo antes posible.
- Deben obtener información precisa sobre el mutismo selectivo.
- Deben eliminar expectativas y presiones para que sus hijos hablen inmediatamente durante el apoyo de expertos.
- No deben olvidar que el proceso de tratamiento puede ser largo y lento.
- Deben tratar de comprender que sus hijos tengan dificultad y miedo al hablar.
- Deben tranquilizar a sus hijos y hacerles sentir que están con ellos.
- Deben reconocer y elogiar los logros y esfuerzos de sus hijos. Deben apoyar a sus hijos y demostrar que comprenden sus sentimientos en situaciones en las que se ven obligados o obstaculizados.
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