¿Es nuestro cuerpo o nuestra alma el que tiene hambre?

Siempre vemos gente que dice que comer les hace felices cuando están enfadados o tristes, o gente que busca la felicidad en un paquete de bombones. Por eso quiero abordar el tema del hambre emocional, con el que me encuentro muy a menudo hoy en día.

Lo que llamamos hambre emocional es el deseo de llenar el vacío en el que nos encontramos espiritualmente con alimentos, especialmente carbohidratos y alimentos ricos en carbohidratos. -Alimentos calóricos, incluso si no tenemos hambre física. Muchos estudios muestran que el 75% de las razones para comer más de lo normal es el hambre emocional. Nuevamente me gustaría mencionar aquí que hay 16 emociones diferentes que confundimos con el hambre. La soledad, la ira, la depresión, el resentimiento y el cansancio son sólo algunas de estas emociones. Determinar si realmente tenemos hambre o si comemos para reprimir nuestras emociones será el primer paso para solucionar el problema.

Digamos que decidimos que comemos para ser felices, para olvidar nuestros problemas, para Cálmate cuando estemos enojados, las calorías extra que consumimos eventualmente nos harán ganar peso. Si has decidido adelgazar y estás sufriendo ataques alimentarios tras un hambre emocional, contar con apoyo psicológico de un especialista facilitará mucho tu proceso de adelgazamiento. De lo contrario, perderás peso muy bien cuando estés feliz, pero lo que comas cuando no estés feliz te lo devolverá en forma de peso. A menudo me encuentro con clientes que se vuelven infelices y comen más por enojo a menos que puedan perder peso. Para salir de este círculo vicioso, primero trataremos nuestra hambre emocional.

Si dices que quieres superar este problema por tu cuenta, lo primero que te diré es que consigas un pasatiempo que te distraiga. evitar que comas y hacerte feliz en esos momentos. Lo primero que recomiendo a mis clientes en este tipo de situaciones es dar un paseo al aire libre. Comer un trozo de pastel de una sola vez puede hacerte feliz en este momento, pero piensa en el arrepentimiento que te provocará 10 minutos después. Cuando sientas la necesidad de comer en exceso un alimento que no deberías comer, piensa en lo poderoso que es el placer que te produce cuando logras rechazarlo. Pero si aún no puedes reprimir ese deseo y luego no puedes contenerte y comer aún más, come la mitad y di que puedes estar contento con esa cantidad.

Cómo prevenir comer en exceso y comer emocionalmente Una de las mejores formas de hacerlo es crear conciencia. Toma nota de lo que comes durante el día. Si cree que come en exceso, especialmente cuando no está contento, anote todo lo que come y las emociones que siente al comerlo. Verás cuánto comes sin darte cuenta.

Lo último que quiero decir al respecto es que no veamos la comida como una recompensa o fuente de felicidad. Seamos un consumidor consciente. Si estamos sufriendo ataques alimentarios graves y no podemos superarlos, busquemos ayuda de un experto sin perder tiempo. La felicidad, la infelicidad y la enfermedad son todas para nosotros en la vida. Si no corregimos nuestra conducta alimentaria en tales situaciones, no podremos salir del círculo vicioso de peso-infelicidad que mencioné anteriormente.

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