La obesidad se está convirtiendo cada vez más en un problema social hoy en día. Según una investigación realizada por el Ministerio de Salud en 2013, lamentablemente el 30% de la población de nuestro país es obesa. Se ha demostrado en muchos estudios científicos que las personas extremadamente obesas viven 10 años menos que las personas con peso normal. Enfermedades potencialmente mortales como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial, los trastornos sexuales, los problemas articulares y óseos y la apnea del sueño, que es la interrupción de la respiración durante más de 10 segundos durante el sueño, son muy comunes en las personas con sobrepeso, lo que llamamos obesidad mórbida. Se desea que estas personas recuperen primero su peso normal con dieta y ejercicio. Aplicamos métodos quirúrgicos para personas que no pueden perder peso con estos métodos. No poder dormir bien está entre los factores que provocan la obesidad.
Nuestro cuerpo se desgasta como consecuencia de las sustancias químicas que aparecen en nuestro cuerpo como consecuencia de la aceleración del metabolismo durante el día. Este desgaste sólo puede repararse con un sueño profundo por la noche. Es necesario dormir profundamente por la noche para sobrevivir y mantener nuestra salud. Durante este sueño profundo se secretan muchas hormonas beneficiosas para nuestro organismo, incluida la hormona del crecimiento. Esta oscilación es mayor especialmente en la primera mitad del sueño antes de las 12 de la noche. Estas hormonas no sólo fortalecen nuestro sistema inmunológico y destruyen las células anormales, sino que también queman grasa y desarrollan células óseas y musculares. Por este motivo, en personas que no pueden conseguir un sueño de calidad, las células dañadas no podrán regenerarse y la persona irá volviéndose cada vez más obesa. Además, un sueño de calidad le permite trabajar más activamente durante el día y tomar decisiones saludables.
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