¿Hay disciplina en mi hogar?

Uno de los problemas comunes de la mayoría de las familias es que su hijo es indisciplinado(!); Es mostrar comportamientos como desobedecer las palabras, oponerse a todo, maldecir y dañar las cosas. Pero son la madre y el padre quienes crían al niño y son los principales artífices de su comportamiento. Por eso, las prácticas en casa también muestran cómo crecerá el niño. Hay tres tipos de actitudes familiares respecto al entrenamiento disciplinario. La primera es una comprensión muy estricta de la disciplina. En este tipo de enfoque, los padres critican y castigan cada error del niño e intervienen constantemente con él. Dado que un niño que no tiene margen para el error no puede aprender a distinguir entre el bien y el mal, no puede alcanzar la madurez necesaria para tomar sus propias decisiones en el futuro, no puede asumir responsabilidades ni siquiera cuando sea adulto, no puede defenderse de la injusticia y, como tal, como resultado, tiene una estructura de personalidad dependiente. El segundo tipo de enfoque es una comprensión muy vaga de la disciplina sin reglas. En este tipo de familias se dice: "¡Es un niño, puede hacerlo!". ¡No interfieras con el niño, déjalo hacer lo que quiera, se volverá un cobarde en el futuro! Es común escuchar frases como: Un niño que crece en una familia así crecerá sin saber dónde debe estar y cuáles son sus responsabilidades. El tercer tipo de entrenamiento disciplinario es el entrenamiento inconsistente. En estos hogares, mientras la madre castiga al niño por la mañana por su mala conducta, el padre que viene por la noche (los padres pueden cambiar de roles) elimina este castigo e impide que el niño aprenda de su error. O bien, un niño que hace el mismo comportamiento pero no es castigado cuando sus padres están contentos puede recibir un castigo severo cuando sus padres no están contentos. Cuando se lo trata de esta manera, el niño pregunta: “¿Cuándo no seré castigado si hago esto?” Se ajusta según la pregunta. Los enfoques inconsistentes incluyen métodos como que los padres sientan lástima por el niño, se enojen con el niño y utilicen la violencia.

Disciplina; es preparar al niño para una vida equilibrada y saludable. La disciplina enseña al niño a distinguir entre el bien y el mal, a controlarse, a conocer los límites de sus relaciones con las personas y a tener autocontrol. La disciplina debe ser parte de la vida, no un método de castigo en situaciones de emergencia, como se acepta actualmente. Sólo así logrará su verdadero propósito. De esta manera, el niño adquiere conciencia de la vida democrática, la creatividad, la responsabilidad, el pragmatismo y la tolerancia como características individuales. Estos logros los aprenderá y aplicará a lo largo de su vida.

¿Qué debemos hacer y qué no debemos hacer para asegurar la disciplina en casa?

En primer lugar, debemos tomar las medidas necesarias precauciones para prevenir la aparición de conductas indeseables. Porque es más fácil prevenir una conducta antes de que ocurra que corregirla después de que ocurra. Por ejemplo; En lugar de enojarse con un niño que pasa tiempo frente a su computadora o teléfono mientras estudia, después de que sus calificaciones bajan o llegan quejas de la escuela, puede ser una mejor solución ajustar el ambiente según el niño y decirle que no debe hacerlo. perder el tiempo con dispositivos tecnológicos durante las horas de estudio y que por lo tanto retirará estos dispositivos de su habitación. Otro ejemplo; Ofrecerle cosas que desvíen la atención de su hijo a otro lugar después de quitarle el jarrón de vidrio que quería reducirá el llanto prolongado y evitará que el jarrón de su madre se rompa.

Busque soluciones con su hijo desarrollando un lenguaje común sobre los problemas existentes y encontrando las soluciones que encuentre. Crear posibles soluciones junto con tu hijo que llega tarde al colegio todas las mañanas, evaluar las soluciones y elegir la más adecuada, determinar qué castigos recibirá si no se implementan e implementar consistentemente las decisiones tomadas será más efectivo para resolver el problema.

Tiempo de descanso; Aunque esto pueda parecer difícil, es una práctica que da resultados cuando se utiliza de forma correcta y constante. Es una declaración clara para el niño de que lo que está haciendo está mal y que debe dejar de hacerlo. Cuando el niño presente una conducta negativa se le debe dejar solo en un ambiente tranquilo durante un tiempo determinado, con indiferencia.

Usar reforzadores positivos; Se utiliza para reforzar las conductas positivas de su hijo y aumentar su repetición. Reforzadores verbales: Son expresiones que honran al niño, como agradecerle, expresarle que le gusta lo que hizo y elogiar su comportamiento. Reforzadores conductuales: abrazar a su hijo, besarlo, etc. Reforzadores basados ​​en actividades: reforzadores como participar en una actividad que le guste a su hijo o permitirle una actividad que quiera, mientras que reforzadores materiales: como recibir un regalo o dar dinero , son el tipo de reforzadores que menos se deben utilizar porque son los menos efectivos.

Fin Por ello, me gustaría decir que no hay que olvidar que los niños se dejan influenciar por el comportamiento de sus padres y los imitan. Sería injusto que los niños esperaran disciplina de padres que son irrespetuosos con sus cónyuges e hijos y que no cumplen con las reglas de disciplina que imponen a sus hijos.

Nos vemos la próxima semana…

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