Las emociones dolorosas son de naturaleza temporal. A menos que los mantengamos y profundicemos mediante formas como la evitación y la resistencia, desaparecerán por sí solos con el tiempo. Por lo tanto, la única manera de que finalmente podamos liberarnos del dolor es estar con él 'tal como es', 'tal como es'. La única salida es atravesarlo.
Pema Chödrön llama "ego" a las emociones y eventos que nos causan dolor y la incapacidad de permanecer aquí y ahora. La respuesta del ego a la naturaleza variable de la experiencia humana es la inseguridad. Hay tres lugares equivocados a los que recurrimos para deshacernos de este estado de malestar; búsqueda de placer (alivio del dolor), entumecimiento y agresión. O perdemos interés en lo que sucede a nuestro alrededor o nos aferramos con fuerza. Lamentablemente, nuestro ego, ese estado constante de huir de lo desagradable, no nos dirige hacia la fuente principal de nuestros problemas. En este sentido, el ejemplo del "capullo" de Pema Chödrön tiene mucho sentido para mí. Cuando nos sentimos amenazados, gradualmente reducimos nuestro espacio y nuestros límites y tejemos un capullo para nosotros mismos. Elegimos vivir nuestras vidas en este capullo porque tenemos miedo; De nuestras emociones, de lo que la vida puede desencadenar en nosotros, de lo que nos puede pasar... Nos refugiamos en este espacio estrecho pero seguro. Si esta estrategia de evitación utilizada por todos los seres vivos funcionara, nuestro intento de deshacernos de este dolor seguramente resultaría en felicidad, confianza y alivio. Realmente nos relajamos un rato, pensando que nuestra vida en el capullo nos protege de posibles amenazas y dolores. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, nos damos cuenta de que este capullo seguro comienza a causarnos más dolor al impedirnos experimentar toda la extensión de la vida y lo que contiene. Entonces, mientras intentamos escapar del dolor exterior, quedamos atrapados en el dolor interior. El precio de nuestros esfuerzos por estar seguros es toda la vida que extrañamos afuera. Este estado de contracción nos debilita cada vez más, el mundo se vuelve más aterrador y nuestras emociones y pensamientos se vuelven más amenazadores. Sólo dije que la única forma en que finalmente podemos liberarnos del dolor es permanecer con él "como es", "el tiempo que sea necesario". Especialmente cuando aprendemos a expresar nuestras emociones dolorosas a través del poder curativo de la autocompasión. Si podemos calmarnos con rhemi, no sólo cambiamos nuestra experiencia mental y emocional, sino que también cambiamos la química de nuestro cuerpo.
Entonces, ¿puedes afrontar experiencias y emociones dolorosas sin crear un capullo para ti mismo? ¿Alguna vez has intentado quedarte con todas las piezas de tu historia, buenas y malas, en el aquí y ahora, aceptando cualquier experiencia que te traiga la vida, aceptando la incertidumbre y lo que no puedes controlar?
Leer: 0