El hábito de comer rápido se ha convertido en un problema para muchas personas. La velocidad a la que se come está aumentando como resultado de dejar el menor tiempo posible a la comida en el flujo de la vida y como resultado de la cultura de la comida rápida. La característica común de muchas personas que comen rápido es que tienen sobrepeso.
Al comer, la comida que ingresa al estómago tarda 20 minutos en enviar señales de saciedad al cerebro. La sensación de saciedad se produce 20 minutos después de empezar a comer, gracias a las señales que llegan al cerebro. Por este motivo, cuando comemos rápido no nos sentimos llenos y esto hace que consumamos mayores cantidades de comida.
Cuando comemos rápido, la comida tiene poco contacto con la lengua. Por este motivo, no se puede disfrutar plenamente del sabor de la comida y surge el deseo de comer más. Al mantener el bocado en la boca y saborear y notar la comida, se prolonga el tiempo de comer y también aumenta el placer de comer.
Consumir los alimentos en pequeños bocados también es un método que hará que comer sea más lento y sea más fácil controlar las porciones. Mientras ingerimos nuestra comida, que hemos dividido en pequeños bocados, dejar el tenedor y respirar cada 3 bocados ayudará a prolongar el tiempo de comida.
El estrés y la fatiga son los factores más importantes que aceleran la alimentación. Por este motivo, especialmente en casos de trastornos mentales, es beneficioso calmarse antes de empezar a comer. Para ello pueden ser efectivos pequeños ejercicios de respiración o algunos ejercicios o paseos cortos para distraernos.
Sentarnos a la mesa con mucha hambre provoca que comamos demasiado y demasiado rápido... Con mareos, se desconoce qué se ha comido. Para prevenir esto, es útil consumir snacks que supriman el hambre.
Hacer cosas como mirar televisión, leer periódicos o revistas o jugar con el teléfono durante Las comidas provocan una disminución del interés por la comida. Es posible. Como resultado, no está claro qué fue derrotado y cuánto. La comida se come demasiado rápido, ya que uno se deja llevar por el ritmo de la película que se está viendo, y como resultado no se consigue la saciedad y el placer.
Comer rápido provocará problemas digestivos además de aumento de peso. La digestión de los alimentos que ingresan al cuerpo comienza en la boca. Los alimentos que empiezan a digerirse en la boca con saliva son mucho más digeribles cuando llegan al estómago. La línea es digerible. Sin embargo, al comer rápido no se produce la digestión de los alimentos en la boca, lo que afecta negativamente el proceso de digestión en el estómago y los intestinos.
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