Elimina la sal, protege tu salud

Aunque el consumo de sal es muy necesario para las funciones corporales, el consumo excesivo es muy perjudicial ya que altera el equilibrio de la presión arterial.
Consumo de sal en nuestro país

Turquía es el país que más sal consume del mundo. Mientras que el consumo diario de sal en la mayoría de los países es de 9 a 12 gramos por día, nuestro consumo de sal es de alrededor de 18 gramos por día en promedio. En nuestro país, aproximadamente un tercio de la población adulta padece hipertensión debido al alto consumo de sal. Nuestro nivel promedio de presión arterial también es más alto que el de Japón, China, Inglaterra y Estados Unidos. Esta situación revela que necesitamos urgentemente restringir nuestro uso de sal en toda la sociedad.

Reducir la sal en la dieta no sólo reduce la presión arterial, sino que también reduce el riesgo de nuevas enfermedades coronarias, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. La hipertensión también reduce el riesgo de cáncer de estómago, enfermedades renales y los huesos están protegidos. Se ahorran millones de dólares en gastos de atención médica. Actualmente, todos los países están intentando reducir el consumo de sal.

Al restringir la sal en la dieta, se debe reducir la sal de todas las fuentes. Es fundamental reducir el uso de sal, especialmente durante el procesamiento de alimentos. Porque entre el 75 y el 80% de la sal que se consume en los países industrializados procede de alimentos procesados, envasados ​​y preparados. La sal que se agrega al cocinar o comer es solo del 10%. El resto se encuentra naturalmente en los alimentos. En los países asiáticos y africanos, la principal fuente de sal es la sal que se añade durante la cocción o que se encuentra en salsas y especias.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos utilicen menos de 5 gramos de sal al día (2 gramos de sodio/día) para prevenir enfermedades crónicas. Algunos países han fijado objetivos de sal en sus dietas y han logrado avances significativos en esta dirección.

Las principales fuentes de consumo de sal en nuestro país son el queso blanco, los encurtidos, las aceitunas, los fideos, las semillas de girasol, la pasta de tomate y añadir sal a la comida sin probarla. Sin embargo, el pan también aumenta nuestro consumo de sal. Desempeña un papel importante y obtenemos más de lo que necesitamos diariamente solo con pan.

Es muy difícil cortar la sal de repente. Si se reduce poco a poco, el sentido del gusto se acostumbrará al cabo de unas semanas. Es muy importante para la salud que todo el mundo reduzca al máximo la sal en su dieta. Por este motivo, no agregues sal mientras cocinas tus alimentos.

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