Si queremos evitar el resfriado común y la gripe, las enfermedades más comunes de los meses de invierno; Es necesario fortalecer el sistema inmunológico. Un sistema inmunológico fuerte reduce el riesgo de que una persona contraiga enfermedades, así como la duración y gravedad de la enfermedad. Los factores genéticos y ambientales y el estilo de vida afectan el sistema inmunológico. La vida sedentaria, el estrés, la nutrición inadecuada y desequilibrada, el ayuno prolongado, el tabaquismo, el consumo de alcohol y los trastornos del sueño son algunos de los factores que debilitan el sistema inmunológico.
Caminar regularmente favorece la salud ósea y muscular además de fortalecer el sistema inmunológico, mejora la calidad del sueño, aporta vitalidad y ayuda a regular la circulación sanguínea.
La alimentación juega un papel importante en la lucha contra el estrés. Especialmente el magnesio ayuda a reducir el estrés y fortalecer el sistema inmunológico debido al papel que desempeña en la relajación de los nervios y los músculos. Los alimentos ricos en magnesio son la carne, la leche, el pescado, las almendras, los huevos, las legumbres, los alimentos integrales, el chocolate y los frijoles. Consumir 1 vaso de leche y 10 almendras como snack durante el día ayuda a reducir el factor estrés.
Una nutrición adecuada y equilibrada es importante no sólo para fortalecer el sistema inmunológico, sino también para cada momento de la vida diaria. Consumir menos o más carbohidratos, proteínas, grasas y energía de la que el cuerpo necesita diariamente afecta negativamente al sistema inmunológico. Además de los nutrientes, la ingesta baja de vitaminas y minerales provoca los mismos efectos negativos. Realizar 3 comidas principales y 2-3 meriendas con una distribución adecuada y equilibrada a lo largo del día acelera tanto el metabolismo como el sistema inmunológico.
El ayuno prolongado hace que el cuerpo se agote, lo que provoca que el sistema inmunológico se debilite.
Muchos estudios recientes han examinado el contenido de omega 3 del pescado. aceite, linaza y nueces, demuestra que fortalece el sistema inmunológico de manera muy significativa. El omega 3 tiene altas propiedades antioxidantes. El pescado y las nueces se encuentran entre los alimentos que deben incluirse en la dieta de una persona. Los pescados más ricos en Omega 3 son las sardinas y el atún. pescado, caballa, salmón, anchoa. Para tener un sistema inmunológico fuerte, consuma pescado 2 o 3 veces por semana y 2 nueces enteras al día.
El papel de las infusiones de hierbas en la gripe y los resfriados se conoce desde hace años. Especialmente el jengibre, la tila, la equinácea y la salvia se encuentran entre los más preferidos. El jengibre, con su alto contenido en antioxidantes, fortalece el sistema inmunológico, regula la circulación, reduce la fiebre y reduce la inflamación. El tilo, al igual que el jengibre, contiene altas cantidades de antioxidantes. Es un regulador de la mucosidad y ayuda a reducir la fiebre. Se utiliza para el tratamiento de infecciones de garganta virales o bacterianas. Otra infusión de hierbas rica en antioxidantes es la salvia. La salvia, como el tilo, tiene un efecto expectorante y regulador de la mucosidad. También ayuda a reducir la fiebre y eliminar toxinas a través de la sudoración. Tiene un efecto calmante como el de la tila. Cuando se consume por la noche, facilita conciliar el sueño y mejora la calidad del sueño. Cada noche, prepara una pizca de tilo y salvia en una taza de agua caliente, añade un pequeño trozo de jengibre pelado y una rodaja de limón y bébelo.
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