Niños y adolescentes con fobia social; Tienen un miedo distintivo y persistente a encontrarse con personas desconocidas, a estar bajo la mirada de otros, o a realizar una o más actividades sociales o escénicas. El niño/adolescente teme (o muestra signos de ansiedad) que su comportamiento lo haga sentir humillado o avergonzado. Para diagnosticar la fobia social, esta ansiedad en los niños también debe verse en los entornos donde se encuentran con sus compañeros. Fobia social en niños; Puede expresarse como ansiedad, llanto, mal humor, congelación o evitar situaciones sociales con personas desconocidas. Aunque no es común a una edad temprana, los niños y adolescentes suelen saber que sus miedos son excesivos y sin sentido. Los niños y adolescentes con fobia social evitan situaciones sociales o de acción que temen o las soportan con intensa ansiedad o angustia. Para diagnosticar la fobia social, los hallazgos deben continuar durante al menos 6 meses. La evitación, la anticipación ansiosa o la angustia del individuo en las situaciones sociales o de acción temidas interrumpen las tareas diarias normales del individuo, su funcionalidad profesional y/o educativa, sus actividades o relaciones sociales, o causa una angustia significativa relacionada con la fobia.
La prevalencia de fobia social en familiares cercanos de niños con fobia social es 3 veces mayor. Conflictos familiares crónicos, separaciones, pérdidas, dificultades en el aprendizaje y el éxito escolar, actitud sobreprotectora hacia los niños, advertencia constante al niño para que se comporte en armonía, aprobación de cada comportamiento del niño (sin enfrentarse a una orientación crítica), falta de enseñanza sobre cómo lidiar con las situaciones sociales. Los entornos también son causas de fobia social y suponen un riesgo importante.
La prevalencia de la fobia social es del 1 % en niños y del 5 al 10 % en adolescentes. Es dos veces más común en niñas que en niños. El período de emergencia es generalmente la adolescencia temprana-media.
En entornos sociales; Se pueden observar síntomas vegetativos como enrojecimiento, escalofríos, palpitaciones del corazón, temblores de manos, sudoración, dolor de cabeza, mareos, dificultad para respirar, dolor abdominal, náuseas y necesidad de orinar. La necesidad de evitar y escapar afecta a la persona. suficiente g No pueden establecer contacto consigo mismos o son reacios a establecerlo. No pueden hablar en entornos sociales y se inhiben. La fobia social también puede presentarse en forma de rabietas en niños y adultos.
El 45% de la fobia social tiene un curso crónico. Cuando se evaluó la infancia de adultos con fobia social, se encontró que aproximadamente el 50% tenía antecedentes de fobia social. Si no se trata, puede producirse una disminución del éxito escolar, fobia escolar, evitación de actividades sociales específicas de la edad, sensación de inadecuación en entornos sociales, falta de confianza en uno mismo, síntomas de trastorno somatomorfo, depresión e intentos de suicidio. La aparición temprana de fobia social, la coexistencia de otros trastornos del estado de ánimo como depresión, trastornos de ansiedad y adicción al alcohol/sustancias son factores negativos para el pronóstico.
En el tratamiento de la fobia social;
1.Apoyo psicofarmacológico
2. Proporcionar habilidades sociales al niño
3. Proporcionar reestructuración cognitiva en niños y adolescentes
4. Adquirir habilidades para afrontar la situación con ansiedad
5. Abordar las actitudes que aumentan la ansiedad dentro de la familia
6. No aplicar actitudes demasiado protectoras en la crianza de niños y adolescentes
7. Es importante para garantizar que los padres con trastornos de ansiedad también reciban apoyo.
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