El cuerpo humano está expuesto a millones de microorganismos cada día. Gracias a nuestro sistema inmunológico estamos protegidos de los malos efectos de estos microorganismos. El sistema inmunológico, que funciona bien, es muy importante para mantener nuestra salud. Entonces, ¿cómo podemos fortalecer nuestro sistema inmunológico? Los alimentos que consumimos tienen un gran impacto en nuestro sistema inmunológico. Es poco probable que un solo grupo de alimentos fortalezca nuestro sistema inmunológico. La dieta debe estar compuesta básicamente por todos los grupos de alimentos de forma adecuada y equilibrada. El consumo de cantidades adecuadas de vitaminas y minerales es la clave para fortalecer el sistema inmunológico.
Las vitaminas y minerales que contribuyen significativamente al crecimiento y desarrollo de las células inmunes son principalmente; Vitamina C, vitamina A, vitamina D, vitamina E, cobre, zinc, selenio, ácido fólico y hierro. También es muy importante consumir fuentes de proteínas de calidad (incluido el aminoácido glutamina). Estos nutrientes para el sistema inmunológico; Ayuda actuando como antioxidantes para proteger las células sanas, apoyando el crecimiento y la actividad de las células inmunitarias y produciendo anticuerpos. p>
Las fuentes de proteínas desempeñan un papel importante en la curación y la regeneración del sistema inmunológico del cuerpo. Podemos reforzar nuestro sistema inmunológico incluyendo en nuestra dieta proteínas de alto valor biológico, especialmente diversas fuentes de proteínas como leche, productos lácteos, huevos, mariscos, carnes magras, aves, frijoles, guisantes, productos de soya, nueces sin sal y semillas oleaginosas. p>
La vitamina A ayuda a regular el sistema inmunológico y proteger contra infecciones manteniendo saludables la piel y los tejidos de la boca, el estómago, los intestinos y el sistema respiratorio. Podemos agregar esta vitamina a nuestra dieta obteniéndola de alimentos como batatas, zanahorias, brócoli, espinacas, pimientos rojos, albaricoques, huevos o algunos alimentos etiquetados como "enriquecidos con vitamina A".
La vitamina C apoya el sistema inmunológico estimulando la formación de anticuerpos. Naranja, pomelo y mandarina Podemos fortalecer nuestro sistema inmunológico consumiendo frecuentemente esta saludable vitamina eligiendo alimentos como frutas cítricas como la alina y el pimiento rojo, el pimiento verde, el pimiento capia, la papaya, la fresa, el kiwi y el jugo de tomate. El contenido de vitaminas y minerales afecta negativamente a un sistema inmunológico sano.
La salud intestinal y la inmunidad están profundamente vinculadas. Los alimentos fermentados y los probióticos fortalecen nuestro sistema inmunológico al ayudar a identificar y atacar patógenos dañinos. Entre los alimentos probióticos; yogur, kéfir, chucrut, productos fermentados naturalmente y algunos tipos de queso. Para aumentar la resistencia del cuerpo, se deben consumir regularmente en la dieta.
La vitamina E actúa como antioxidante y apoya la función inmune. Podemos añadir vitamina E a nuestra dieta con cereales fortificados, semillas de girasol, almendras, aceites vegetales (como el de girasol o cártamo), avellanas y mantequilla de maní.
El zinc ayuda al correcto funcionamiento del sistema inmunológico y cura las heridas . Zinc; Se encuentra en carnes magras, aves, mariscos, lácteos, productos integrales, frijoles, semillas y nueces.
Si bien desde hace algún tiempo se sabe que el omega-3 tiene propiedades antiinflamatorias, una nueva investigación mejora el funcionamiento de las células del sistema inmunológico. Muestra que apoya aún más el sistema inmunológico al afectar el sistema inmunológico. Podemos cubrir nuestras necesidades de omega-3 consumiendo pescado 2-3 días a la semana. Además, los aceites saludables ricos en ácidos grasos esenciales como las nueces, las semillas de chía, el aceite de oliva, el salmón, la linaza y el aguacate fortalecen nuestro sistema inmunológico reduciendo la inflamación y aumentando la respuesta inmune del cuerpo contra patógenos.
Estudios recientes han demostrado que el azúcar refinado y el rojo han demostrado que las dietas ricas en carne pueden promover alteraciones en los microorganismos intestinales sanos, lo que resulta en una inflamación crónica en el intestino, afectando negativamente al sistema inmunológico.
Finalmente, el uso de azúcar refinado y rojo azúcares añadidos, obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas contribuye significativamente a Todas estas enfermedades crónicas inhiben el sistema inmunológico. Reducir la ingesta de azúcar reduce la inflamación y el riesgo de desarrollar estas enfermedades.
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