70 de cada 100 pacientes con demencia se deben a la enfermedad de Alzheimer.
La aparición más común es el olvido. Este olvido es insidioso y tiene un inicio lento. Los pacientes pueden empezar a hacer las mismas preguntas una y otra vez. Pueden percibir un evento recién experimentado como si nunca hubiera sucedido.
La asignación de ubicación y tiempo se ve interrumpida. No poder responder preguntas como en qué año estamos, en qué mes estamos, en qué día estamos y puede empezar a hacer preguntas con frecuencia. Es posible que empiecen a confundir lugares y caminos que conocen muy bien. Puede haber dificultades para encontrar palabras de uso frecuente, pausas repentinas al hablar y dificultades para comprender oraciones complejas.
Pueden ocurrir cambios de personalidad. Por ejemplo, se puede observar que una persona muy tranquila comienza a enojarse rápidamente, o que una persona que se sabe que está enojada se vuelve cada vez más tranquila y retraída.
Las funciones de la vida diaria se ven alteradas en los pacientes de Alzheimer. Las primeras cosas que salen mal son las más complicadas. Si el paciente está trabajando, se producen perturbaciones en su vida laboral. Olvida lo que hizo el día anterior. Puede haber deterioro en las cuentas de dinero e incapacidad para sopesar conceptos como el valor del dinero. La persona comienza a ser incapaz de elegir qué ponerse adecuadamente. Si bien en el pasado existía una armonía de colores, esta puede verse alterada por una enfermedad. El paciente puede reducir la frecuencia de los baños.
En los pacientes con Alzheimer pueden producirse fijaciones, conversaciones acusatorias y obsesiones. Por ejemplo, cuando no puede recordar dónde están sus pertenencias y las olvida, puede decir: "Me robaste mis cosas o mi dinero".
Pueden afirmar que ven y oyen cosas que no existen.
Puede haber irritabilidad. Generalmente, en los pacientes con Alzheimer, la irritabilidad se produce a través de enfrentamientos. Los familiares o cuidadores no deben contradecir a los pacientes y el tema debe cambiarse de manera práctica.
Pueden volverse inquietos y demasiado dependientes de sus familiares. Por ejemplo, es posible que quieran seguir a su cónyuge o familiar incluso si van al baño.
Tienen dificultades para conciliar el sueño. Su sueño se ve interrumpido con frecuencia y pueden deambular por la casa sin rumbo fijo.
En las últimas etapas de la enfermedad de Alzheimer, se les dificulta caminar y se vuelven incapaces de moverse por sí solos. Primero, se produce incontinencia urinaria y, con el tiempo, también se produce incontinencia fecal. El paciente sólo queda postrado en cama en las fases finales de la enfermedad de Alzheimer. şir.
La enfermedad de Alzheimer no es un destino, es una enfermedad que a menudo ocurre con la edad avanzada. Durante el tratamiento, las sustancias químicas que disminuyen en el cerebro se pueden aumentar con medicamentos. Los síntomas conductuales y emocionales se pueden controlar con medicamentos y métodos no farmacológicos. Con la atención y el tratamiento adecuados, se puede mejorar la calidad de vida de los pacientes con Alzheimer y ampliar la esperanza de vida.
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