Casi no hay persona sin “yo”. En lenguaje médico, llamamos a estas lesiones Nevus. Se origina a partir de unas células llamadas melanocitos, que producen el pigmento que da color a la piel. Algunos pueden tener unos pocos, otros pueden tener más de cien. Sus colores pueden ser en cualquier tono entre blanco y negro. Algunos pueden estar hinchados en la piel y otros pueden ser superficiales. Si bien algunos de ellos están presentes al nacer, otros son lesiones adquiridas.
Los nevos congénitos se denominan nevos congénitos (CMN). Rara vez pueden ser muy grandes y se denominan KMN gigantes. Se recomienda la extirpación quirúrgica como tratamiento.
Entonces, ¿necesitamos que nos extirpen los lunares? No, no es necesario. Para poder eliminar un nevo, debe estar en la ubicación sospechosa del nevo. Para nevos sospechosos se aplica la regla ABCD. A-Formación de asimetría, B-Irregularidad en los bordes, C-Cambio de color, D-Cambio de diámetro y crecimiento. Las lesiones que contienen una o más de estas sustancias son lesiones sospechosas y deben eliminarse. Los lunares que no cumplan ninguna de estas características se pueden eliminar con fines estéticos. No hay nada malo en eliminar un lunar.
En el pasado, las personas con heridas o lunares en crecimiento en la cara se resistían a ir al médico. Cuando alcanzó tamaños muy grandes, tuvieron que acudir al médico, claro que ya era demasiado tarde, el médico intentó extirpar el cáncer con cirugía, pero fue en vano. Cuando la historia termina así, toda la culpa recae en el cuchillo.
Como puedes ver, el cuchillo no tiene culpa, de hecho, "el cuchillo causa cáncer" es un cuento de viejas. Mi sugerencia es que te quiten los lunares que no te gustan, te hará muy feliz tanto a nivel de higiene como de apariencia.
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