Los tendones están unidos a los huesos mediante músculos y estiran las articulaciones, lo que le permite controlar la articulación de lado a lado. Uno de los tendones importantes de la parte inferior de la pierna es el tendón tibial posterior. Este tendón comienza en la pantorrilla, se extiende hacia abajo hasta el interior de la parte posterior del tobillo y se conecta a los huesos en la mitad del pie.
El tendón tibial posterior ayuda a levantar el arco del pie y Proporciona apoyo cuando levantas el pie después de pisarlo, cuando los dedos se separan al caminar. Si este tendón se inflama debido a un estiramiento o desgarro excesivo, es posible que tenga dolor en la articulación interna y gradualmente el arco interno de la planta del pie desaparezca, dando lugar a pies planos.
Signos y síntomas de la parte posterior Disfunción del tendón tibial:
- Dolor e hinchazón en la cara interna del tobillo,
- Desaparición del arco del pie y desarrollo de pie plano,
- Hormigueo que se desarrolla lentamente en el pie o en el otro lado del tobillo,
- Debilidad e incapacidad para pararse sobre los dedos de los pies,
- Densidad en la parte media del pie, especialmente durante la actividad y bajo presión.
Factores de riesgo
La disfunción del tendón tibial posterior ocurre con mayor frecuencia en mujeres mayores de 50 años, ya que el tendón puede ser anormal desde el nacimiento. Sin embargo, existen otros factores de riesgo que se enumeran a continuación:
- Obesidad,
- Diabetes,
- Presión arterial alta,
- Traumatismos previos como fractura de la cara interna del tobillo,
- Inyección local de esteroides,
- Enfermedades inflamatorias como síndrome de Reiter, artritis reumatoide, atropatía espondilar y psoriasis.
Los deportistas que practican deportes como baloncesto, tenis, fútbol o hockey también pueden desgarrar el tendón tibial posterior. Además, la inflamación del tendón se desarrolla cuando se aplica una fuerza excesiva sobre el pie mientras se corre por caminos o caminos montañosos.
Diagnóstico:
Diagnóstico; Depende de la historia y el examen físico y de ambos. Es posible que su médico le pida que se pare descalzo y se aleje de él para ver cómo funciona su pie. Si la afección está avanzada, la parte delantera del pie afectado puede deslizarse hacia afuera. r. Visto desde atrás, parece como si tuviera muchos dedos. Al mismo tiempo, es posible que le pidan que se ponga de puntillas o levante una rodilla: párese con las manos en la pared, levante el pie bueno del suelo y levántese sobre los dedos del otro pie. Normalmente el talón girará hacia adentro. La ausencia de este signo indica disfunción tibial posterior. Su médico puede solicitar radiografías, ultrasonido y resonancia magnética de su pie.
Tratamiento
Si no se trata, los pies planos desarrollados por la disfunción tibial posterior se vuelven rígidos (duros). En el retropié se puede desarrollar artritis. El dolor aumenta y se extiende hacia la parte exterior del tobillo. La forma de caminar puede verse afectada y puede resultarle difícil ponerse los zapatos. El tratamiento que recomendará su médico depende de qué tan avanzada esté la afección. En las primeras etapas, disfunción del tendón tibial posterior; Puede tratarse con reposo, medicamentos antiinflamatorios no esteroides como aspirina o ibuprofeno e inmovilización del pie con una rodillera rígida o una bota para evitar el uso excesivo del pie durante seis a ocho semanas. Después de retirar el yeso, pueden ser útiles los soportes colocados dentro del zapato, como una cuña para el talón o un soporte para la suela. Si la afección está avanzada, su médico puede recomendarle el uso de una ortesis o aparato ortopédico convencional para tobillo y pie. Si el tratamiento conservador no es suficiente, su médico puede recomendarle una cirugía. A menudo se utilizan varios métodos quirúrgicos para tratar la disfunción del tendón tibial posterior, a menudo más de uno a la vez. Su médico determinará un curso de tratamiento específico según su situación individual. Las opciones de cirugía incluyen:
- Tenosievectomía: en este método, el cirujano limpia (desbrida) y elimina (corta) el tejido inflamado que rodea el tendón.
- Osteotomía: este método implica extraer el hueso del talón (calcáneo), permite que vuelva a estar en orden. En ocasiones, es posible que el cirujano necesite extraer un trozo de hueso.
- Transferencia de tendón: en este método, se utilizan fibras tomadas de otro tendón (el tendón del flexor largo de los dedos que dobla los dedos del pie) para reparar la porción tibial posterior dañada. tendón.
- Extensión de la columna lateral: en este método, la cirugía Ah extrae un pequeño hueso en forma de cuña de la cadera del paciente y lo coloca dentro del borde exterior del calcáneo. Este proceso ayuda a realinear los huesos y recrear el arco.
- Artrodesis: este método es la unión de uno o más huesos mediante soldadura. (cirugía de fusión) Esta cirugía estabiliza el retropié y previene una mayor progresión.
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