¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA PÉRDIDA RECURRENTE DEL EMBARAZO?
La mayoría de las pérdidas del embarazo son causadas por anomalías cromosómicas o genéticas y son eventos aleatorios. Anomalía; Puede provenir de un óvulo, un espermatozoide o un embrión temprano. Casi el 20 por ciento (uno de cada cinco) de todos los embarazos terminan en un aborto espontáneo. El riesgo de aborto espontáneo es del 9,5 por ciento para las mujeres menores de 24 años. Este riesgo aumenta constantemente con la edad. Se eleva al 11 por ciento en el grupo de edad de 30 años y alcanza el 33 por ciento en mujeres de 40 años. La tasa general de aborto espontáneo para mujeres mayores de 44 años es del 53 por ciento. El riesgo de aborto espontáneo puede ocurrir debido al avance de la edad materna, la calidad inadecuada de los óvulos y la calidad de los óvulos causa anomalías genéticas. A veces, la madre o el padre pueden tener una ligera irregularidad en sus genes, pero los embriones pueden verse gravemente afectados y, por tanto, puede producirse un aborto espontáneo. A veces, puede haber una anomalía en el útero que provoque un aborto espontáneo. El aborto espontáneo también puede ser causado por un suministro sanguíneo deficiente durante el embarazo o una inflamación. Algunas mujeres pueden nacer con un útero de forma irregular o el útero puede desarrollar anomalías con el tiempo. El sistema inmunológico de las mujeres también puede desempeñar un papel en la pérdida recurrente de embarazos. Anomalías como anomalías hormonales, enfermedades de la tiroides, diabetes y coagulación de la sangre materna también pueden provocar la pérdida del embarazo. En términos generales, los factores ambientales, el estrés y los factores ocupacionales no parecen estar asociados con la pérdida del embarazo.
TRATAMIENTOS PARA LA PÉRDIDA RECURRENTE DEL EMBARAZO
Recomendaciones de tratamiento para Los pacientes con pérdida recurrente del embarazo incluyen: Se basa en la causa subyacente de la pérdida recurrente del embarazo. Las personas con una anomalía cariotípica (cromosómica o genética) suelen someterse a un examen genético. Si hay alguna anomalía genética, se detecta y se investiga la posibilidad de tener en el futuro un embarazo cromosómicamente normal o anormal. Si se encuentra una anomalía uterina, se puede realizar una cirugía según el defecto. Si se diagnostica el síndrome antifosfolípido, se pueden recetar ciertos medicamentos para reducir la formación de coágulos sanguíneos. Cuando se diagnostica disfunción tiroidea o diabetes, se pueden recetar medicamentos específicos.
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