Los pacientes no quieren someterse a una cirugÃa en verano, cuando la temperatura sube debido a diversos temores y preocupaciones. Una de las principales preocupaciones es que la herida se infecte. Sin embargo, la temperatura del quirófano se mantiene constante durante todo el año. La temperatura exterior no afecta al quirófano ni al hospital. Por este motivo, el riesgo de infección de la herida durante la hospitalización no es mayor que en otras temporadas. Otra preocupación es que sudar al regresar a casa después de la cirugÃa aumenta la exposición a los gérmenes. Aunque puede haber más sudoración en el lugar de la cirugÃa, no se ha encontrado que aumente la contaminación microbiana en la herida. Algunos pacientes creen que en verano el sangrado se produce más en el lugar de la herida. Sin embargo, esto no es cientÃficamente correcto.
Aunque es poco común, someterse a una cirugÃa en el verano puede tener algunos inconvenientes. Las cicatrices de la cirugÃa pueden permanecer más visibles en la parte de la piel que está en contacto directo con la luz solar. Por este motivo, después de una cirugÃa en cara y cuello, la luz solar directa no debe incidir en estas zonas. Esta protección es suficiente durante 3-4 semanas. Si es necesario salir al sol, es necesario utilizar protector solar. Después podrás salir libremente al sol.
De este modo, no es necesario esperar al verano para operarte. Puedes realizarte todas las cirugÃas en verano. Incluso el perÃodo de vacaciones permite una atención más cómoda a los pacientes. Algunos pacientes prefieren la temporada de verano para la cirugÃa porque no interfiere con su trabajo y educación y en algunos casos se desconoce la cirugÃa.
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