Miedos vistos en el período preescolar

Es natural que un niño en edad preescolar tenga miedos. En primer lugar, la ansiedad es un estado natural que nos ayuda a afrontar nuevas experiencias y a protegernos del peligro.

Algunos niños de 3 a 4 años tienen miedo de cosas como los insectos, los perros, la oscuridad, los payasos, y algunos tienen miedo de situaciones nuevas y de conocer gente nueva. Estos temores continúan durante el período preescolar porque la imaginación ilimitada de los niños hace que se preocupen por cuestiones como las criaturas, la salud, la muerte, los desastres y el dolor. Ser herido es uno de los miedos más comunes. Por este motivo, requieren que se les aplique cinta adhesiva ante el más mínimo corte o arañazo.

Hacia los 5 años empiezan a tener miedo de los animales y de los desastres naturales como incendios, tormentas y terremotos. Continúan los temores a la oscuridad y a quedarse en casa. Las imágenes de crimen, violencia, guerra y desastre que ven en la televisión también les causan ansiedad. Los niños de 5 años también se preocupan por la salud de sus seres queridos si ha habido alguna enfermedad, accidente o muerte en la familia en el pasado reciente. Un niño tímido o introvertido también puede tener miedo de conocer gente extraña, entrar en ambientes llenos de gente o en actividades sociales como una fiesta de cumpleaños. En muchos niños, los miedos desaparecen cuando el niño se siente seguro en sí mismo y en su entorno.

¿Qué debes hacer?

En primer lugar, acepta que tiene un miedo. Sus temores pueden parecer ridículos y poco realistas, pero para él son extremadamente reales y serios. No te rías cuando te diga que tiene miedo y que hay algo en su habitación o debajo de su cama. Pregunte cómo es el miedo o la cosa que teme y cómo se siente. Una vez que aclares sus dudas y lo tranquilices, aprenderá que el miedo es natural. Los miedos no desaparecen cuando los ignoramos, al contrario, es necesario hablar de ello. Intentar convencerlo de que no hay nada que temer sólo resultará contraproducente. Por ejemplo, decirle a un niño que le tiene miedo a los perros "no hay nada que temer" lo enojará y preocupará más. En su lugar, diga “Entiendo que el perro te asustó. Ahora superémoslo juntos. Si no quieres hacer esto, te abrazaré hasta que nos pases." Decir esto lo aliviará.

El miedo de su hijo surge de la ira o la ansiedad ante una situación nueva (como comenzar la escuela, tener una nueva persona que viene a la escuela). Si crees que está enfadado, puedes ayudarle a expresar sus sentimientos con juegos de dramatización.

Utiliza sus objetos favoritos. Algunos niños se sienten más cómodos cuando tienen consigo sus objetos favoritos, como almohadas y juguetes. Estos juguetes son importantes para aliviar la ansiedad del niño cuando lo dejan en la escuela o lo acuestan. Estos objetos también facilitan que el niño supere situaciones que le generan miedo, como conocer gente nueva, unirse a un grupo de juego o ir al médico. Por este motivo, es necesario permitirle llevar consigo el objeto que ama. No digas que esto es "bebé".

Algunos niños pueden superar esto cuando se les da una explicación realista y sencilla sobre el objeto/evento que les asusta. Al niño que tenía miedo de perderse entre la multitud, le dijo: “Mientras estés a mi lado y tomes mi mano, no nos perderemos el uno al otro. Cuando dices "Si accidentalmente nos separamos, quédate donde estás, te encontraré", esto ayudará a reducir su miedo.

Si el miedo proviene de experiencias previas, como tener un inyección/vacuna, nunca le mientas al respecto y no le des una imagen muy mala. Simplemente diga que puede doler un poco cuando introduzca la aguja por primera vez, que no durará mucho y que harán algo divertido juntos cuando termine.

            Encuentren juntos la solución al problema. . Por ejemplo, si le tiene miedo a la oscuridad, coloque una lámpara de noche en su habitación. Puede utilizar diferentes tácticas para los miedos nocturnos, como colocar su juguete favorito al lado, rociar "spray de monstruos" en la habitación (ponga agua en una botella con atomizador, el niño no debe saber que el contenido de la botella es agua). No espere que supere sus miedos de inmediato. A veces, esto puede llevar meses o incluso años.

           Juegue juegos de dramatización. Si le tiene miedo al médico, juega con el set del médico y enséñale lo que se hace allí. Si tiene miedo a los disfraces, vistan juntos ropa diferente y píntense la cara.

            No demuestres tu miedo. Cuando vea que tienes miedo, también tendrá miedo de los mismos objetos o situaciones. Dijiste que tenías miedo de ir al dentista cuando eras niño, pero fuiste al dentista y tenías dientes sanos. Puedes decir eso. De esta manera, tu hijo sentirá que no está solo y verá cómo superar el miedo.

            Leer un libro, ver un programa o vivir esa situación sobre aquello que le tiene miedo también es útil. Por ejemplo, si le tienen miedo a los insectos, podéis ver juntos un documental. Por miedo a la oscuridad, puedes pegar estrellas brillantes en el techo de tu habitación y mirarlas juntas en la habitación oscura.

            ¡¡Atención!!

           Si los miedos empiezan a afectar su vida diaria, por ejemplo, si tiene miedo a la oscuridad, si su perro se niega a acostarse o se niega a salir de casa porque tiene miedo de encontrarse con un perro, asegúrese de buscar ayuda de un experto.

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