Las cirugías de tiroides son en realidad cirugías bastante seguras cuando las realizan cirujanos experimentados. Las complicaciones son raras en este tipo de cirugía.
Uno de los riesgos más conocidos de la cirugía de tiroides es el sangrado, que ocurre en las horas inmediatamente posteriores a la cirugía y causa dificultad respiratoria aguda. Este riesgo se puede minimizar utilizando métodos especiales en estas cirugías que requieren trabajar en un área estrecha.
Otro riesgo es la ronquera temporal o permanente debido al daño al nervio que mueve las cuerdas vocales cerca de la glándula tiroides debido a a la hinchazón de los tejidos. En cirugías realizadas en manos experimentadas, este riesgo es inferior al 1%. Sin embargo, este riesgo aumenta ligeramente en cirugías como el cáncer de tiroides y el bocio gigante.
;Además, el desarrollo de hipocalcemia, también llamada hipocalcemia, debido a la desnutrición de las glándulas paratiroides, es un posible riesgo después cirugía.
En tales casos, debido a la disminución del calcio en la sangre, se puede observar entumecimiento, hormigueo o contracción en las yemas de los dedos de las manos y de los pies y en las comisuras de los labios del paciente.
Esta situación, que suele ser temporal, desaparece en 1-2 semanas con el tratamiento con calcio.
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