Con el inicio del nuevo periodo educativo, lo más importante que hace pensar a muchas familias es si sus hijos estudiarán, si será suficiente con que estudien o si alcanzarán los éxito deseado a cambio de sus estudios.
Estudiar es un hábito que se puede adquirir proporcionando condiciones físicas y disciplina adecuadas, y proporcionando al niño un sentido de responsabilidad y compromiso oportuno. Adquirir este hábito está directamente relacionado con la sensación de confianza que se dará a partir del año 1-1,5 años, cuando el niño empieza a valerse por sí mismo. Los niños de esa época intentan hacer todo por sí mismos, tratando de demostrarse a sí mismos y a quienes los rodean que han crecido y que ya no dependen de los demás. Este sentido de confianza a menudo se ve bloqueado por los padres con su instinto protector y su preocupación de que les suceda algo malo. El niño es advertido constantemente y expuesto a advertencias como “no orines, no toques, te dolerá, te caerás, te pondrás uf”. Esta actitud es como un candado puesto en la determinación del niño en ese momento. Con el inicio de la escuela, se le recuerda constantemente al niño que debe tener éxito, pero es posible que el niño no pueda ver esta confianza en sí mismo debido a los obstáculos. Por este motivo, siempre se debe valorar y apoyar la curiosidad y la determinación de los niños por triunfar, y sólo se debe prevenir con explicaciones en situaciones peligrosas. La confianza en sí mismo, la curiosidad, el aprecio y la motivación afectarán positivamente el interés del niño en la lección.
Además, algunas situaciones que surgen del propio comportamiento del niño afectan negativamente el estudio y el éxito. Estos son el Déficit de Atención, el Trastorno de Hiperactividad, la Discapacidad Intelectual y el Trastorno del Aprendizaje en el niño. Es necesario identificarlos e incluirlos en programas educativos y de tratamiento adecuados.
Me pregunto si podemos hacer que a la gente le guste estudiar.
Muchos padres nos preguntan a los médicos: "¿Por qué mi ¿A tu hijo no le gusta estudiar? Hacemos de todo." Obtenemos lo que quieres, no hacemos lo que dices, pero no podemos hacer que les guste estudiar, ¿cómo podemos hacer que les guste estudiar?
Estudiar es en realidad una tarea desagradable y difícil para muchos niños. Por este motivo, los niños evitan los trabajos difíciles y desagradables. Intentan escapar tanto como pueden. Además, la influencia de los dispositivos tecnológicos actuales (ordenador, teléfono móvil, PlayStation) y las redes sociales aumenta aún más esta dificultad. Hay tantos estímulos agradables que atraen la atención de los niños que les resulta difícil mantenerse alejados de ellos. En lugar de mantener a los niños completamente alejados de estos estímulos, se les debe permitir pasar tiempo en períodos controlados y limitados.
Entonces, ¿qué tipo de orden se debe proporcionar para que los niños estudien?
< br /> Ningún éxito llega sin esfuerzo, no es accidental, no es obvio, el éxito sólo se puede lograr con tiempo y disciplina. Esta disciplina no sólo se debe esperar del niño, de la misma manera los padres también deben ser colaboradores en el trabajo, al menos deben motivar a sus hijos leyendo periódicos, libros, revistas, etc. durante las horas que trabajan. br /> Los estudiantes que van a la escuela por la mañana deben pasar al menos entre 1 y 1,5 horas después de la escuela. Se debe asignar tiempo para descansar y se le debe permitir al niño pasar estas horas como desee. Para los estudiantes que asisten en horario de tarde, su horario de estudio deberá ajustarse al horario de la mañana. El área de estudio siempre debe ser el mismo ambiente, el escritorio no debe estar en lugares como alféizares de ventanas que distraigan la atención del niño, y no debe haber nada más sobre el escritorio que el equipo necesario para la lección.
Deben crearse programas realistas y capaces para el niño, y estos programas deben prepararse en determinados períodos (semanal, mensual). ) deben revisarse y deben crearse nuevos objetivos en función del ritmo de realización. El horario de estudio debe acordarse con antelación; Se debe fijar como objetivo estudiar una determinada cantidad de horas, terminar una determinada materia o resolver un problema.
Cuando se logran los objetivos, se debe motivar al niño con recompensas que no sean económicamente serias pero que disfruta (ir a una película de su elección, aumentar el tiempo que pasa frente a la televisión o al ordenador durante determinados periodos), comprarse la ropa o los zapatos que quiere, etc.).
Si el El niño cumple con su horario durante el día, se debe evitar advertirle que trabaje más, si se cree que es posible que trabaje más se debe esperar hasta el siguiente periodo de revisión.
Si el trabajo no es suficiente o los programas se interrumpen, es necesaria la disuasión. Se podrán aplicar terceras sanciones. Estos castigos pueden incluir privar a los niños de sus cosas favoritas (limitar el uso de la computadora, no jugar durante un cierto período de tiempo, acortar el tiempo frente a la televisión, etc.), cortarles el dinero de bolsillo o no comprarles su juguete, vestido o zapatillas favoritas. .
En definitiva, pase lo que pase, sin olvidar que la otra persona es un niño, sin humillarla, sin compararla con los demás, sin advertirle constantemente con expresiones similares; Debemos planificar hablando claramente de lo que queremos de él y tomando su opinión.
Esperamos que nuestros hijos, que son nuestro futuro, sean felices, seguros de sí mismos y exitosos….
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