Las personas con trastorno de ansiedad generalizada se preocupan constantemente a un nivel inadecuado para la situación en la que se encuentran. Las personas con trastorno de ansiedad generalizada piensan que les sucederá lo peor en cada situación, piensan que están perdiendo el control de la vida, dibujan en sus mentes escenarios de desastre y no hay ninguna buena posibilidad en esos escenarios. De esta forma, la persona que vive con ansiedad casi todos los días tiene dificultades para realizar su trabajo diario o no puede rendir como esperaba.
La mayoría de las veces, la persona es consciente de que estas preocupaciones son excesivas, pero no puede. controlar la situación. La mayor parte del tiempo, experimentan ansiedad, miedo, angustia, inquietud a lo largo del día, constantemente tienen pensamientos negativos en la mente, tienen dificultad para conciliar y permanecer dormidos y se despiertan con frecuencia. El trastorno de ansiedad generalizada puede ir acompañado de síntomas físicos como dolor sin motivo, sensación de debilidad, dolor de cabeza, cuello y espalda, temblores, sensación de mareo y sofocos.
¿Cómo se desarrolla el trastorno de ansiedad generalizada?
Comunes: los trastornos de ansiedad generalmente comienzan en la niñez o la adolescencia y se desarrollan lenta e insidiosamente. En la edad adulta, una persona puede pensar que esta situación es una estructura de personalidad y es una situación normal. Por lo general, no se dan cuenta de los pensamientos negativos la mayor parte del tiempo y suelen consultar a médicos no psiquiátricos por dolores de espalda, cuello, dolores de cabeza, sofocos, sudoración y fatiga. En los exámenes no se detecta ninguna causa física de las molestias que experimentan. Quienes las rodean describen a las personas con trastorno de ansiedad generalizada como ansiosas.
¿Se puede tratar el trastorno de ansiedad generalizada?
El trastorno de ansiedad generalizada es una enfermedad cerebral tratable. Lo primero que deben hacer las personas con este tipo de molestias es consultar a un psiquiatra y, una vez realizado el diagnóstico, iniciar el tratamiento con la medicación y/o métodos psicoterapéuticos necesarios. Los fármacos antidepresivos y ansiolíticos se utilizan generalmente en el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada. No existe riesgo de adicción a los fármacos antidepresivos utilizados en el tratamiento.
No se observan efectos secundarios muy graves de los fármacos antidepresivos, normalmente en el periodo inicial del tratamiento, que puede durar unos días (los efectos secundarios son no se observa en todas las personas). Pueden producirse efectos secundarios leves con los fármacos antidepresivos, al igual que con todos los demás fármacos. No se deben creer las leyendas urbanas sobre los antidepresivos. Porque si estas enfermedades psicológicas no se tratan, la persona puede sufrir problemas durante muchos años.
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