Persona; Siente ira cuando se encuentra con cualquier situación, evento o persona que le impide obtener placer. La ira, cuando se expresa apropiadamente, es una emoción perfectamente sana y natural. Sin embargo, si se sale de control y se vuelve destructivo, puede causar problemas en la vida escolar y laboral, en las relaciones personales y en la calidad de vida en general. Entre los motivos que llevan al enfado; no obtener lo que quieren, ser bloqueados, agraviados, heridos y heridos físicos, acosados, decepcionados, incomprendidos, irrespetados, atacados y amenazas. Las situaciones en las que cada persona se enoja pueden diferir. Además, un individuo puede no estar enojado por una situación en la que algún día se enoja. Depende de cómo reaccionen los padres. Los niños son seres observadores, muchas veces aprenden qué es la ira y cómo reaccionan cuando se enfadan, y aplican lo mismo. Cualquier niño cuyos deseos y necesidades estén bloqueados de alguna manera puede reaccionar con ira. Esta es una situación muy normal.
Las rabietas lagrimales en los niños suelen comenzar alrededor del año de edad. La posibilidad de que se produzcan rabietas en el periodo preescolar es bastante alta. Esto se considera un proceso natural de desarrollo. Durante este período, el niño intenta establecer su propia identidad y alcanzar la independencia. Puede tener dificultades para expresarse porque su vocabulario no está lo suficientemente desarrollado. Esto puede hacer que el niño muestre un comportamiento agresivo. La ira es una de las formas en que el niño se comunica con su entorno; sin embargo, se espera que el niño pueda controlar su enojo y aprender nuevos métodos de expresión con el tiempo. La respuesta de ira a veces se puede ver en forma de contener la respiración, así como comportamientos agresivos como patadas, patadas, golpes, aplastamientos. A algunos niños les resulta muy difícil afrontar su enfado y sólo se expresan con conductas enfadadas y agresivas. Cuando estos niños llegan a la edad escolar, tienen problemas en sus relaciones con sus amigos y maestros. Ante esta situación, que preocupa a los padres, en primer lugar se debe determinar qué es lo que enoja al niño.
¿Cómo debe ser la actitud de los padres hacia el niño que no puede controlar la ira� �r?
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Una de las razones más importantes detrás del comportamiento enojado del niño puede ser que no sabe cómo gastar su energía. El niño, cuya acumulación de energía aumenta, comienza a exhibir algunos comportamientos que los adultos podrían llamar exuberancia. Es posible que el niño no se dé cuenta de que algo anda mal en su comportamiento hasta que la familia se lo advierta. Es necesario que los padres se den cuenta de esta situación y hagan que el niño la sienta. Después de esta toma de conciencia, puede dirigir al niño hacia actividades en las que pueda descargar su energía. Por ejemplo; como orientar al niño hacia la práctica de deportes, permitirle jugar a juegos de arena y de jardín. Si no hay posibilidad de pasar mucho tiempo al aire libre, se debe preparar un entorno en el que el niño pueda realizar juegos activos en casa. Además, se debe bañar al niño con frecuencia y relajarlo.
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Es necesario decirle claramente al niño que deje de comportarse enfadadamente. Si se observa que el niño continúa con sus conductas de ira, se debe intentar distraerlo o desviarlo a otro ámbito antes de que su estado de ira empeore. Cuando el niño exhibe conductas de enojo, en lugar de tratar con él específicamente, se debe ignorar este comportamiento y se debe enfatizar la importancia de cuándo no exhibe conductas de enojo. Se debe explicar al niño qué conductas negativas provoca el sentimiento de ira y por qué puede perjudicarle a él mismo y a su entorno.
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El entorno familiar del niño debe ser pacífico. No hay que olvidar que uno de los métodos de aprendizaje de los niños en edad preescolar es el modelaje. Si una de las figuras que el niño encuentra en casa o a su alrededor muestra constantemente comportamientos enojados e intenta resolver sus problemas con comportamientos agresivos, el niño puede tomarlo fácilmente como modelo.
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El niño no debe conseguir su objetivo con una actitud agresiva. Por ejemplo; En el mercado, centro comercial o juguetería, el niño puede aplaudir, llorar o incluso tirarse al suelo para conseguir algo que desea. En tal caso, el sueño de los padres de "no avergonzarse" hacia el medio ambiente En primer lugar, la realización de sus deseos por parte del niño es un presagio de muchas crisis de llanto por venir. La actitud de los padres aquí debe ser extremadamente decidida. Si el niño respondió que no, se le debe explicar el motivo de la no respuesta, pero si el niño aún mantiene sus conductas de enojo, se le debe retirar del ambiente y calmarlo.
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Es necesario apoyar al niño para que participe en juegos o deportes grupales. Dado que los conceptos de ganar o perder surgirán durante los juegos grupales, el comportamiento del niño estará orientado a aprender a resolver problemas.
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