Estrés y nutrición

El estrés tiene un gran impacto en la nutrición. Una de las hormonas secretadas en situaciones estresantes es el cortisol. Cuando se trata de una situación estresante, la hormona cortisol hace que las células grasas liberen combustible dentro de ellas para ayudar a la respuesta de lucha o huida.

Así, en los casos en los que no se pueden demostrar ambas reacciones, la persona se ve obligada a sentarse con la sensación de ansiedad. Sin embargo, debido al combustible liberado por las células grasas, se experimenta una sensación de rascado y la persona siente un fuerte deseo de comer. Dado que el estrés constante aumenta los niveles de cortisol, existe la necesidad de obtener constantemente el combustible necesario. Este combustible son las grasas y los carbohidratos. Por este motivo, las comidas deseadas suelen ser las patatas fritas o los fritos. Los estudios demuestran que cuando se está bajo estrés, a veces se prefieren los alimentos con alto contenido de azúcar. Sin embargo, los dos aspectos comunes de los alimentos preferidos son que tienen un alto contenido calórico y un bajo valor nutricional. También carecen de algunos de los químicos protectores (que combaten el cáncer y otras enfermedades) que se encuentran en los alimentos vegetales.

Otro aspecto de los alimentos consumidos como resultado del estrés es que la grasa se acumula en la región abdominal, no en ninguna parte. parte del cuerpo, como las caderas o las piernas.

Hay varias maneras de lidiar con los daños de la alimentación relacionada con el estrés. Primero, aprenda a relajarse. Pase de 5 a 20 minutos al día sentado cómodamente, respirando profundamente y concentrándose únicamente en su respiración. Recuerde pensar constantemente en positivo. Elimina los pensamientos negativos de tu mente tanto como sea posible. Hacer ejercicio regularmente. El ejercicio no sólo equilibra el nivel de azúcar en sangre sino que también reduce el estrés. Trate de tener pensamientos positivos mientras hace ejercicio. Considere esto no sólo como un deporte, sino como un tiempo para usted mismo. Si debe comer cuando está estresado, al menos trate de asegurarse de que consista en alimentos saludables. Trate de preparar bocadillos con anticipación, porque es probable que coma comida chatarra sin pensar en momentos de estrés.

Por ejemplo;

Y lo más importante, ¡no te rindas! Si los métodos que ha probado no funcionan y continúa con sus viejos hábitos alimentarios poco saludables, no se sienta culpable y sea duro consigo mismo. Prueba diferentes métodos o consulta con un nutricionista.

¡Recuerda que tú y tu salud merecen probar lo que sea que necesites!

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