Nuestros hijos son la niña de nuestros ojos y nuestro futuro. Dado que los niños, a diferencia de los adultos, se encuentran en un período de crecimiento, debemos prestar mucha atención a su crecimiento saludable. Las familias deben tener más cuidado en este grupo de edad, especialmente porque los niños en la primera infancia y en los primeros períodos escolares no pueden expresarse adecuadamente. La acumulación de líquido en el oído medio, en términos médicos otitis serosa, es una enfermedad insidiosa que se observa principalmente en niños de este grupo de edad. Su insidiosa es que provoca pérdida de audición en el niño sin provocar dolor ni secreción en el oído. Los padres deben tener cuidado aquí. La acumulación de líquido en el oído medio provoca síntomas como pérdida de audición, retraso en la percepción de estímulos y déficit de atención en el niño juguetón. Si no se detecta a tiempo, la pérdida auditiva progresa y puede ser permanente. Esto puede causar retraso en el habla o deterioro del habla. Se debe establecer una buena comunicación con el niño y observarla atentamente. En los escolares, la pérdida auditiva puede provocar una disminución del éxito académico y dificultad de concentración. Debido a los exámenes de audición que se realizan periódicamente en las escuelas, la acumulación de líquido en el oído medio se reconoce más fácilmente en este grupo de edad. En ocasiones esta situación no pasa desapercibida para un docente atento y puede advertir a la familia. Un niño que no tiene dolor de oído ni secreción pero tiene pérdida auditiva debe ser examinado por un otorrinolaringólogo. La acumulación de líquido en el oído medio se puede diagnosticar fácilmente con un examen completo de oído, nariz y garganta, una prueba de presión del oído medio y una audiometría si es necesario. El tratamiento de la acumulación de líquido en el oído medio es principalmente médico, es decir, con medicación. En la mayoría de los pacientes, la pérdida auditiva mejora con dos semanas de medicación. En algunos casos, el líquido del oído medio puede resistirse a la disolución y la recuperación puede tardar varias semanas. Si la pérdida auditiva no se puede corregir a pesar del tratamiento médico, se requiere tratamiento quirúrgico. Se inserta quirúrgicamente un tubo temporal en el tímpano y, a menudo, el tubo se retira después de seis meses o un año. Mantenerse sano.
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