La metanfetamina cristalina es una forma pura de metanfetamina. Se produce sintéticamente y tiene un efecto adictivo muy rápido y fuerte. El hielo, el fuego y el hielo se llaman metanfetamina. Se puede utilizar mediante vapor, cigarrillos o por vía intravenosa. Puede volverse adictivo en poco tiempo y, dado que permanece en el cerebro durante más tiempo, sus efectos dañinos en el cerebro se desarrollan más rápido que otras sustancias. Puede provocar un comportamiento de ira y agresividad en poco tiempo en la persona que lo utiliza, y se pueden observar con mayor frecuencia desconfianza, especialmente celos y delirios de maldad.
La persona que lo utiliza puede experimentar insomnio que dura 1 -2 días, aumento de energía, aumento de la confianza en uno mismo y disminución del apetito. Por el contrario, los síntomas depresivos como ataques de sueño, disminución de energía y desgana aparecen durante 2-3 días después de dejar la sustancia. Incluso si se suspende la sustancia, puede ocurrir un deseo intenso de consumirla, especialmente en las primeras 2 semanas.
Opciones de tratamiento. Debido a su alto efecto adictivo y al excesivo deseo de consumir la sustancia, generalmente se aplica tratamiento hospitalario. En el tratamiento hospitalario se utilizan métodos terapéuticos que incluyen la eliminación de la sustancia del organismo e información y habilidades para afrontar la adicción.
Después de la purificación; La terapia con vacunas se utiliza para prevenir la recaída a la sustancia. Se utilizan inyecciones con una duración de efecto de 3 a 6 meses. Este tratamiento interviene en las zonas del cerebro donde actúan la metanfetamina cristalina y el éxtasis. Si una persona consume una sustancia, no permite que la sustancia tenga un efecto o le proporcione placer.
Nuevamente, se requieren intervenciones psicosociales distintas a la medicación. Es importante que la persona se aleje de personas y ambientes donde se consumen sustancias y cambie su estilo de vida.
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