¿Estás tratando de comer más sano pero tienes problemas para reunir a toda la familia? Si es así, no estás solo.
Como dietista, soy consciente de los desafíos que enfrentan las familias. Muchos obstáculos pueden obstaculizar el camino hacia los hábitos saludables, desde el estrés, el trabajo intenso, las limitaciones presupuestarias hasta la disponibilidad limitada de alimentos. Además, es posible que los miembros de la familia no siempre se pongan de acuerdo sobre qué comer.
Los padres que siguen un programa de dieta especial pueden comer de manera diferente que el resto de la familia. Desafortunadamente, esto puede aumentar el factor de estrés. Entonces, si te preguntas cómo podemos lograr este equilibrio, aquí tienes 5 consejos
1. Deja ir la perfección y sé flexible
Tú Es posible que no siempre pueda seguir la lista de dieta. Las cosas pueden cambiar repentinamente en un día que planeamos y debes saber que este proceso es normal.
Al quitarte la presión de tener la dieta perfecta, puedes encontrar una manera más saludable de comer que funcione para ti y tu familia.
2. Establezca una relación saludable con los alimentos
Aunque los valores nutricionales de algunos alimentos son más nutritivos que otros, no los llame "malos".
No establecer una relación sana con los alimentos y ser “demasiado restrictivo” puede provocar estrés y tensión.
“Todos los alimentos pueden adaptarse a un estilo de vida saludable si se consumen con moderación”. Puedes nombrar alimentos como alimentos para consumir “siempre” y “a veces”, sin prohibirte a ti ni a tu familia. Por ejemplo; Las frutas siempre son una gran opción para la merienda. Pero "a veces" solo tienes una tarta de cumpleaños cuando es el cumpleaños de alguien. Si gestionas el proceso de forma controlada, verás que comer el pastel que te has prohibido durante años no te molestará.
3. Entiende que una alimentación saludable no tiene nada que ver con tu peso
Las dietas no sólo se hacen para perder peso sino también para aprender a vivir saludablemente. Adopte esta información primero.
Hablar sobre el peso corporal frente a los niños puede generar pensamientos y comportamientos negativos en los niños. & nbsp;
En lugar de hablar de las calorías o el contenido de grasa de los alimentos, hable de su sabor y beneficios.
Escuchar conversaciones positivas de los padres ayuda a desarrollar y mantener una imagen corporal saludable y una autoestima en los niños. No te olvides de esto.
4. Haga de la preparación de las comidas una prioridad
Lo que escucho a menudo de padres que trabajan es que no tienen tiempo para cocinar en casa. Comer fuera de casa es una opción muy práctica para todos entre semana cuando salimos tarde del trabajo, pero ¿hasta qué punto es sostenible?
Puedes preparar comidas masivas dedicando 1-2 horas el fin de semana. De esta forma, después del trabajo entre semana, tanto tú como tus hijos podéis consumir con seguridad las comidas que habéis preparado en casa. Tampoco es necesario que hagas todo el trabajo tú mismo. Preparar comidas en familia será un buen ejemplo de responsabilidad para con tus hijos.
5.Comer en familia
Comer juntos en familia tiene beneficios como fomentar hábitos alimentarios más saludables y ayudar en el desarrollo socioemocional.
Las investigaciones han demostrado que los niños de familias que comen juntos tienden a consumir menos comida rápida y más frutas y verduras.
Tiene beneficios no sólo para los niños sino también para los adultos. Otro estudio demostró que sentarse a la mesa en familia llevaba a los adultos a tener mayores niveles de autoestima y menores índices de depresión y estrés.
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