El amor tiene un efecto embriagador en nosotros, y comprender este misterioso efecto desde una perspectiva científica puede ayudarnos a navegar las relaciones con un poco más de claridad. La meditación, la autoconciencia y las buenas habilidades de comunicación son cruciales para tener una relación exitosa, pero los factores biológicos del apego y la separación pueden desafiar incluso a aquellos con niveles muy altos de autodesarrollo. Durante miles de años, la naturaleza ha acordado desarrollar complejos impulsos neurológicos que forman fundamentalmente nuestro deseo de conexión, y este proceso interno comienza a reflejarse externamente cuando interactuamos socialmente con las personas que nos rodean. Si bien es posible que nunca comprendamos completamente el funcionamiento interno de este proceso, la ciencia puede arrojar algo de luz sobre lo que está sucediendo.
“Enamorarse libera una avalancha de sustancias químicas que nos hacen sentir bien y que desencadenan ciertas reacciones físicas en nuestros cuerpos. . Esta poción de amor interior es responsable del sonrojo de nuestras mejillas, del sudor de nuestras palmas y del latido acelerado de nuestro corazón”. Pat Mumby, PhD, Science Daily
Todo el mundo se hace el tonto (!)
Empecemos desde el principio... El amor es hermoso, pero también puede ser adictivo ; Puede llevarnos a hacer y decir locuras. Creo que todos sabemos lo que es "fundirse" o "perderse" y "perderse" en un momento de pasión con un amante o un amigo muy cercano. Hay una parte especial de nuestro cerebro para “agradecer” estos sentimientos: ¡La Amígdala! Tiene una función muy importante y útil cuando no nos ayuda a calmarnos. Si no hay canciones que nos guíen; Espero que todos tengamos la capacidad de reírnos de nosotros mismos y de los demás a través de estos arrebatos.
La amígdala tiene la capacidad de poner nuestro cerebro en modo de “lucha o huida”. Esta habilidad proviene de nuestro pasado prehistórico cuando cazábamos en la naturaleza. Nuestros cerebros necesitaban una manera de eludir los centros de pensamiento superiores cuando necesitábamos una reacción inmediata para sobrevivir a situaciones de vida o muerte. De este modo, se otorga a la amígdala un poder especial para anular o pasar por alto las partes más responsables de nosotros mismos. Cuando nos “desencadenamos” emocionalmente es puramente una reacción de nuestra amígdala para detectar algún tipo de peligro. Identificar esta reacción, pausarla y qué hacer Tener la capacidad de usar un fez puede hacer maravillas para ayudarnos a recuperar el sentido durante los momentos acalorados.
“El amor romántico y el amor maternal son experiencias extremadamente valiosas. Ambos están vinculados al mantenimiento de las especies y, por lo tanto, tienen funciones biológicas próximas de importancia evolutiva crítica. El examen de los correlatos neuronales de los estados subjetivos recientemente desarrollados con técnicas de imágenes cerebrales ha permitido a los neurobiólogos aprender algo sobre los fundamentos neuronales tanto del amor romántico como del amor maternal. "Ambos tipos de unión activan regiones únicas de cada uno, así como regiones del cerebro que se superponen con áreas ricas en receptores de oxitocina y vasopresina en el sistema de recompensa".
Somos manipulados por un cóctel neuroquímico preparado en nuestro cerebro asociado con el impulso sexual, el apego y la preferencia de pareja. Los ingredientes de este cóctel son la esencia de la productividad de nuestra especie; Sus vidas biológicas son más antiguas que nuestras vidas actuales y seguirán transmitiéndose a un ritmo acelerado después de que nos hayamos ido. Sin embargo, el amor, el sexo, las relaciones no son sólo para la procreación; también son esenciales para la salud, el desarrollo personal y la salud mental.
Neuroquímico; Es un término amplio que incluye neuropéptidos y neurotransmisores. Los neurotransmisores son sustancias químicas que permiten la neurotransmisión mediante la transmisión de señales a través de una sinapsis química. Los neuropéptidos son pequeñas moléculas similares a proteínas que utilizan las neuronas para comunicarse entre sí. En términos generales, los principales actores de este drama químico incluyen; testosterona y estrógeno, que están relacionados con el deseo sexual; dopamina, que interviene en el placer, la adicción y la recompensa; Más comúnmente llamada "hormona del amor", la oxitocina se asocia con el apego y la pertenencia; también (junto con la vasopresina) juega un papel importante en la preferencia de pareja.
“Las parejas a menudo muestran signos de aumento de dopamina: mayor energía, menos necesidad de dormir o comer, atención concentrada y placer exquisito en los detalles más pequeños de la relación más extraordinaria”.
La interacción no está solo en tu cabeza…
Según las principales teorías desarrolladas por expertos; nuestros sistemas nerviosos No es autosuficiente, pero interactúa claramente con quienes nos rodean y con quienes somos más cercanos. Esta hipótesis se llama "resonancia límbica". Esta hipótesis; Es la explicación biológica de la sinfonía de emociones profundamente compartidas que ocurren cuando nos sincronizamos entre nosotros de una manera que tiene profundos efectos en la personalidad y la salud emocional de por vida. Este fenómeno no es exclusivo de los humanos, también es conocido y existe entre otros mamíferos y especies.
Colocando las piezas
Ahora tenemos ciencia que confirma cuán complejos e impredecibles pueden ser el amor y las relaciones. Lo que esto nos da es la capacidad de comenzar a distinguir qué desencadena las necesidades biológicas. Cuando actuamos como adictos respecto al amor, sentimos la necesidad de un abrazo para satisfacer nuestra necesidad de conexión (captando la idea de la oxitocina), pero si tenemos demasiada testosterona o estrógeno, podemos terminar buscando oportunidades para placer sexual.
El sexo puede conducir a un apego más profundo, lo que puede crear una adicción química a los tipos de drama que nos hacen “perdernos” justo cuando nuestra amígdala siente peligro (pérdida, enfrentar nuestra propia sombra). Este ciclo perpetuo finalmente nos devuelve a los principios y prácticas espirituales básicos de dejar ir, el perdón y la compasión, así como al amor espiritual e incondicional por uno mismo y por los demás. A veces, incluso la separación de un ser querido puede ser una parte poderosa y transformadora de su crecimiento personal.
Esta investigación interminable sobre las profundidades de la naturaleza humana continúa iluminando la magnificencia de nuestra vida social como humanos. Todos experimentamos los altibajos de las relaciones, y gran parte de la música y el arte que admiramos nace del anhelo, la confusión y el placer de estos sentimientos. Sabiendo esto; ¡Investiga, descubre, ama libremente y déjalo ir! Porque; Estamos aquí para vivir y crecer, no para sufrir y arrastrarnos…
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