Dietas bajas en carbohidratos y grasas

Hoy en día, el aumento de los problemas de peso ha propiciado la aparición de una amplia variedad de modelos dietéticos. La pregunta es cuál funciona mejor. Básicamente, la cuestión más debatida es si las dietas bajas en carbohidratos o las dietas bajas en grasas son más efectivas para perder peso. Aunque los estudios sobre este tema aún no han demostrado una clara superioridad sobre el otro, está claro que ambos modelos de dieta tienen aspectos positivos y negativos y lo principal para perder peso es crear un déficit calórico. El modelo de dieta que debería crear un déficit de calorías debe determinarse según las necesidades de cada individuo.

Las dietas bajas en carbohidratos son un modelo de dieta en el que se limitan los alimentos elaborados con arroz, pasta, bulgur, harina y azúcar. . El objetivo de esta dieta es reducir la cantidad de carbohidratos consumidos, reducir la secreción de la hormona insulina que almacena grasa y garantizar el gasto energético a partir de la grasa del cuerpo en lugar de la glucosa. Con este tipo de dieta es posible comprobar la pérdida de peso a corto plazo. Sin embargo, dependiendo del aumento en la cantidad de productos animales y grasas consumidas a largo plazo, aumentará la cantidad de colesterol malo y colesterol total en la sangre. Esto puede tener graves consecuencias para la salud, como enfermedades cardiovasculares en el futuro. Una ventaja importante de las dietas bajas en carbohidratos es que previenen el aumento del azúcar en sangre, reduciendo la secreción de insulina y aumentando así la sensibilidad a la insulina. Esto puede conducir a resultados positivos en pacientes con resistencia a la insulina. Dado que los niveles de insulina están en equilibrio, es un método eficaz para controlar el apetito, ya que también creará sensación de saciedad.

Una de las principales razones que subyacen al exceso de peso es el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas. Mientras que 1 g de carbohidratos y proteínas equivale aproximadamente a 4 calorías, la misma cantidad de grasa contiene 9 calorías. Esto conduce inadvertidamente a un mayor consumo de calorías y, por tanto, a un exceso de peso, al comer alimentos grasos. Las personas que aumentan de peso de esta manera perderán peso si siguen una dieta baja en grasas. Además, protege contra enfermedades cardiovasculares y diversos tipos de cáncer al reducir el consumo de grasas saturadas procedentes de dietas bajas en grasas, comida rápida y de origen animal.

Como resultado, es posible perder peso creando un déficit de calorías tanto con una dieta baja en carbohidratos como con una dieta baja en grasas. Las dietas bajas en carbohidratos pueden ser más efectivas a corto plazo. Sin embargo, la aplicación prolongada de este tipo de dietas no sólo provoca diversos problemas de salud, sino que tampoco supone una diferencia significativa en comparación con una dieta baja en grasas. Además, una dieta baja en carbohidratos o grasas puede no ser sostenible porque no se adapta al estilo de vida de algunas personas. Por este motivo, la forma más eficaz y fiable de perder peso de forma saludable es crear un programa de nutrición personalizado que se ajuste al estado de salud y estilo de vida de la persona, acompañado de un nutricionista.

DIETISTA GÖKHAN CELIK

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