Los pacientes con personalidad límite suelen comenzar la terapia entre los 20 y los 30 años debido a la ansiedad por separación, los sentimientos de soledad, el vacío, la pérdida, la depresión y los problemas de control de la ira. Exaltan o degradan excesivamente a las personas con las que se asocian. En otras palabras, utilizan el "mecanismo de defensa de división" en sus vidas. Puedo explicarlo así; Cuando nace el bebé, hay muchas partes del ego en su mundo interior. Cuando el bebé tiene 6 meses, los buenos sentimientos van a un polo y los malos a otro. Es decir, el bebé se pone malo cuando su madre lo trata mal, se siente mal. Cuando la madre se porta bien, también se porta bien. No puede percibir juntas las cualidades buenas y malas de su madre. Porque el bebé ve el mundo a través de los ojos de su madre. Este mecanismo de división no se cierra en todos los niños hasta los 3 años, y ésta es una condición saludable. Sin embargo, a partir de los 3 años, este polo bueno y malo deben unirse. (Es decir, mi madre tiene características tanto positivas como negativas, el niño lo percibe). Sin embargo, este mecanismo de defensa contra la división no se combina en personas con una organización de personalidad límite. Por lo tanto, idealizan o devalúan a las personas en sus vidas.
Las personas con una organización de personalidad límite no son conscientes de sus propios sentimientos, pero comprenden muy bien los sentimientos de la otra persona. Estas personas siempre quieren sentirse bien, y cuando se sienten mal, quieren transmitir ese mal sentimiento a la otra persona. En otras palabras, suelen utilizar el mecanismo de defensa llamado "identificación proyectiva". Cuando se sienten mal, utilizan otro mecanismo de defensa llamado "supresión de emociones". En otras palabras, una persona puede hacerse daño, conducir rápido, comer en exceso, ver series de televisión desconectándose del mundo durante horas, fumar y beber en exceso para evitar malas emociones negativas y no experimentarlas.
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