El estrés y la ansiedad son emociones que acompañarán a una persona durante toda su vida. Cuando surgen estos sentimientos y los procesos emocionales y cognitivos que los acompañan, a veces podemos encontrar la vida insoportable. El estrés y la ansiedad no son agradables debido a las respuestas cognitivas, físicas, conductuales y emocionales que provocan. Sin embargo, el estrés y la ansiedad, que progresan hasta cierto punto, son fuentes muy importantes para la vida humana y para lograr la recuperación mental y emocional se requieren algunas intervenciones. Consultar a un médico, realizarse los exámenes médicos necesarios, acudir a un psiquiatra, iniciar un proceso de psicoterapia o apoyo psicológico y asesoramiento con un profesional de la salud mental son algunas de las formas de intervención.
En este punto, además de Soporte profesional, nosotros también nos apoyamos, podemos ofrecer. Las prácticas y meditaciones basadas en la autocompasión y la conciencia están a la vanguardia de estas prácticas de autoapoyo. Aquí, tal vez, pueda resultar útil profundizar en qué es la autocompasión y cómo uno puede mantenerse a sí mismo a través de la autocompasión.
La autocompasión generalmente se percibe como autocompasión y autocompasión. Por el contrario, la autocompasión corresponde a ofrecer apoyo a uno mismo ante acontecimientos vitales estresantes, traumáticos y desafiantes, así como ofrecer apoyo a un ser querido que está sufriendo. La autocompasión es básicamente el enfoque que una persona tiene hacia sí misma en el contexto del amor y la aceptación positiva incondicional.
La importancia del enfoque de autocompasión de una persona proviene de aceptar que todas las emociones están incluidas en la vida. Es importante aceptar todas las emociones, desafiantes y no compulsivas, y abrir el corazón a todas las emociones. “¿Qué necesito exactamente ahora?” La pregunta más fundamental apunta a la esencia de la autocompasión. El hecho de que podamos ser amigos de nosotros mismos cuando más los necesitamos apunta al objetivo principal de la conciencia autocompasiva. y comenzamos a comprender la importancia de abordarlo de una manera más solidaria y esperanzadora que con una actitud crítica. Para comprender mejor la autocompasión, debemos revisar nuestras evaluaciones de la vida.
A menudo pensamos que la vida consiste en una línea recta de progresión. Cuando evaluamos los acontecimientos de la vida, olvidamos el hecho de que todos los seres humanos se están desarrollando. En este punto, podemos recordar algunas cosas que no debemos olvidar acercándonos a nosotros mismos de manera autocompasión y evaluando el mundo, nuestras experiencias y a otras personas en este marco. Es una experiencia en evolución. Todo el mundo puede cometer errores de vez en cuando y tener experiencias que se consideran fracasos. Sin embargo, la vida puede abrirnos nuevas puertas trayendo consigo diversas posibilidades y potenciales. Esta diferencia no significa que no todas las personas experimenten dolor y dificultades de vez en cuando dependiendo de determinadas situaciones o acontecimientos, es decir, no existe una experiencia humana común de dolor y tensión. Las experiencias comunes de la humanidad, uno de los tres pilares básicos sobre los que se apoya la autocompasión, cobran importancia en este sentido.
Cuando se vive un acontecimiento vital difícil y una emoción apremiante nos acompaña, es necesario aceptar este desafío como tener conciencia, así como la experiencia humana común, acercándonos con bondad, podemos apoyarnos en este proceso. La conciencia y la bondad hacia uno mismo son los otros pilares sobre los que descansa la autocompasión en este momento, lo que dice que una perspectiva enriquecedora es posible. En este proceso, especialmente si han surgido acontecimientos vitales y emociones que nos obligan, debemos adoptar una actitud que reconozca y acepte el grado de impacto de esta dificultad en nuestro acercamiento a nosotros mismos y los cambios emocionales que provoca en nosotros. Será una forma más saludable.
Tratar de acercarnos a nosotros mismos con amabilidad y compasión, como lo haríamos con un familiar que tiene experiencias similares ante las negatividades, fracasos, errores y dificultades que hemos experimentado, ayúdanos a establecer una conciencia autocompasiva. De hecho, este será un paso beneficioso no sólo para nosotros sino también para otras personas. Porque, en la medida en que podamos acercarnos a nosotros mismos de manera compasiva, podremos ser más preocupados, reconciliadores, compasivos y solidarios en nuestras relaciones con otras personas.
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