La ira es una reacción a deseos insatisfechos o situaciones inesperadas cuando una persona está bajo presión. La ira es una emoción humana normal, al igual que otras emociones como la alegría y el miedo. Si podemos gestionar la ira de forma saludable, podremos lograr un resultado constructivo en lugar de uno destructivo.
Las personas que tienen dificultades para controlar su ira pueden evitar buscar ayuda sobre este tema. Sin embargo, cuando no se puede expresar este enfado de forma saludable, no sólo se deterioran las relaciones de la persona con las personas que le rodean, sino que también se provoca daño físico. La ira que no se puede expresar de forma saludable puede provocar muchos problemas de salud, desde enfermedades cardiovasculares crónicas hasta dolores de cabeza. Ahora, como punto de partida, daré algunos consejos para controlar la ira.
1- Respiración
El primer artículo Esto también incluye la respiración. Este artículo puede parecerle muy cliché, pero aunque los científicos aún están descubriendo el efecto y el poder de la respiración, no podemos dejar de hablar de esta importante y sencilla técnica. Cuando te encuentres con una situación que te haga enojar, intenta detener tus pensamientos, cierra los ojos y respira profundamente. Tenga cuidado al respirar desde el diafragma. Simplemente concéntrate en tu respiración e intenta imaginar el aire llenando tus pulmones. Si lo haces con verdadera concentración, puedes estar seguro de que será efectivo.
2- Haz oraciones que te motiven
Haz oraciones que te motiven cuando te enojes. Por ejemplo;
- Tienes el poder de controlarte a ti mismo.
- Intenta comprender el tema primero. Cuestiona los motivos.
- Si lastimas a la otra persona, al final te arrepentirás nuevamente.
- Si realmente quieres controlar este sentimiento, puedes hacerlo. Como...
¿Hiciste esto y aún no pudiste controlar tu ira?
3- Aléjate del entorno
¿Has hecho todas estas cosas y aún no has podido calmarte cuando estabas enojado? No te preocupes, será difícil lograrlo al principio. Verás que dará resultados cuando lo apliques repetidamente en el futuro. Si no puedes controlar tu ira, necesitas cambiar el entorno. Será útil. Porque con ese enfado no podrás evaluar el tema de forma racional y aumentará tu probabilidad de herir a la otra persona. Después de pedir permiso y marcharse, intenta sentir empatía. Trate de comprender a la persona y la situación que tiene delante. Darle sentido a algunas cosas también nos tranquiliza.
Esperamos que hayas obtenido información útil. Si no puede obtener resultados en todo esto, le recomiendo que busque ayuda de expertos.
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