Adquirir hábitos de lectura en los niños

La lectura llena la mente sólo con material informativo, es el pensamiento el que nos convierte en lo que leemos. (John Locke)

El proceso de adquisición de hábitos lectores en los niños surge como un proceso que debe adquirirse en 3 etapas. En la primera etapa; el niño adquiere la capacidad de leer lo que está escrito en el papel, en la segunda etapa; haciendo hábito de la función que ha adquirido y desarrollando este hábito dependiendo de su motivación interna, es decir, de su voluntad individual, y en la tercera etapa, que es la última etapa; Es un proceso que se desarrolla con la adquisición de habilidades de lectura crítica.

Hábito de lectura en Turquía

Proyecto Internacional de Desarrollo de Habilidades de Lectura (IEA) de la Asociación Internacional La Organización de Logros Educativos (IEA, PIRLS) entre estudiantes de 4º grado de escuela primaria en 35 países, reveló que las habilidades de lectura de los niños turcos están por debajo de los estándares internacionales (EARGE, PIRLS, 2003). Sin embargo, aunque el 88% de la población de nuestro país está alfabetizada, no todos tienen el hábito de leer. Vale, calificando esta situación como una paradoja, dice que a medida que aumenta la tasa de alfabetización en nuestro país, el nivel de lectura disminuye (2004, p. 413). En nuestro país -para generalizar- se ha determinado que el segundo y tercer paso del proceso de adquisición del hábito lector no se han completado, es decir, la lectura no puede pasar de ser una acción y no puede convertirse en un hábito.

El efecto del factor edad en la adquisición del hábito lector

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La edad es sin duda uno de los factores más importantes a la hora de convertir la lectura en un hábito. Sin embargo, el período de la escuela primaria, en el que el niño adquiere habilidades básicas de lectura, es más importante que cualquier otro período. Especialmente el período de 6 a 8 años es el período más sensible para que los niños adquieran hábitos y cultura de lectura (Sever, 2007, p. 35). Cleary describe el período comprendido entre los 8 y los 13 años como los años dorados de la lectura; Afirma que el interés de los niños por la lectura puede disminuir después de los 13 años (Ley Bamberger, 1990, p. 8).

Libros infantiles y adquisición de hábitos de lectura

En este periodo el recurso más importante que puede fomentar la lectura son los libros infantiles. Libros para niños; interés, atención, imaginación, real del niño. Debe ser en un contenido que refleje el desarrollo social y emocional, tenga un lenguaje sencillo, proporcione desarrollo estético y contribuya al desarrollo social y emocional. Por este motivo, uno de los deberes más importantes de los adultos es lograr que los niños cuenten con libros de calidad que les hagan creativos desde pequeños (Gültekin, 2011, p. 8).

El papel de la familia en la adquisición del hábito lector

El lugar donde comienza primero el proceso educativo del niño es la "familia". Por tanto, sus padres son modelos a seguir para los niños. En este contexto, los padres tienen una gran responsabilidad a la hora de inculcar el hábito de la lectura en los niños.

Con una conocida expresión, 'Los niños son nuestros espejos', ya que los niños toman a sus familias como modelos a seguir y los ven como fuente de información, están constantemente bajo observación. En este punto; Que los padres lean materiales como libros y periódicos en casa y observen estas acciones de los niños es un comportamiento que aumentará el interés de los niños por la lectura. (Lectura de educación en el hogar por diseño, 2009). Este comportamiento; Muestra a los niños que a sus padres, el modelo más importante que tienen delante, les encanta leer. (Wise & Buffington, 2004, p.354).

Los libros que la madre y el padre leen al niño proporcionan beneficios de muchas maneras, como desarrollar la imaginación y el vocabulario para las habilidades de lectura del niño. (Red Nacional de Atención Infantil, 2002). Además, durante este período, los padres que leen un libro al niño y siguen los lugares leídos en este proceso con los dedos permiten que los niños aprendan que la escritura sigue una secuencia de izquierda a derecha y líneas de arriba a abajo. (Parent Institute, 2007).

Se deben introducir materiales escritos adecuados para el desarrollo infantil. Otra actividad que los padres deben realizar para que sus hijos adquieran habilidades lectoras en el período preescolar es acercar al niño con materiales como periódicos, revistas, libros y entornos donde dichos materiales de lectura estén disponibles. (Homeschool-By-Design, 2009).

Otra actividad importante que los padres deben realizar para ayudar a los niños a adquirir habilidades de lectura es proporcionar libros y revistas adecuados al nivel del niño. (Üstün, 2007, p.21). están incluidos. Las evaluaciones se realizaron según el nivel de desarrollo, ya sea centrada en imágenes o en texto.

Investigaciones realizadas en niños al final del periodo preescolar (5-6 años) muestran que los niños dan más importancia al contenido de los libros. (Sofuoğlu 1979, p.156).

Llevar a los niños a las bibliotecas infantiles con regularidad les permite interactuar más con materiales que les permitirán adquirir hábitos de lectura. Además de las bibliotecas infantiles, las bibliotecas públicas, abiertas a todos y que ofrecen servicios con este fin, también pueden desempeñar un papel activo en la adquisición de hábitos de lectura en los niños, permitiendo la formación de la conciencia y el deseo. En estudios realizados con niños que tienen un ambiente de lectura, se ha afirmado que los niños que tienen una biblioteca en casa o en sus habitaciones comprenden con mayor facilidad el acto de leer y tienen más éxito que otros niños. (Sangkaeo, 1999)

Errores al desarrollar el hábito de la lectura y sugerencias para reforzar el hábito

Dar a los niños una recompensa constante para que adquieran el hábito de la lectura En realidad, se puede considerar castigarlos. El hábito de leer libros está relacionado con la motivación interna. Con la motivación externa reforzada por la recompensa, el niño cae en la comprensión de que "sin recompensa no hay comportamiento". Sin embargo, la motivación interna es de máxima importancia para adquirir el hábito. La motivación indirecta o el refuerzo indirecto, en lugar de una recompensa tangible, pueden estimular el deseo del niño de continuar con este hábito. Por ejemplo; Puede enumerar los libros que su hijo ha leído, colgarlos en su refrigerador y mostrárselos a las personas que le importan a su hijo. Las reacciones positivas que recibe pueden ayudar al niño a ver los resultados positivos de su conducta de lectura.

Enviar al niño fuera de la sala de estar a su habitación para leer un libro puede causarle sentimientos negativos. . Por este motivo, sería más saludable organizar una hora de lectura con la participación de toda la familia desactivando todos los demás estimulantes. Con este; charla sobre el libro que leíste y lo encuentras interesante Compartir sus partes motivará al niño.

'Cada niño es especial.' Está bastante mal comparar a los niños entre sí. Esta actitud puede socavar el deseo del niño por leer y puede conducir al desarrollo de una actitud negativa hacia la lectura.

Estrategias de lectura

Acerca y apoyo a la lectura Según los intereses y experiencias del niño, se debe elegir un libro que contenga imágenes agradables, que esté ligeramente por encima del nivel de vocabulario que tiene el niño y que pueda disfrutar de la lectura. Este libro también debería incluir otros géneros como la poesía o los cuentos de hadas. Después de seleccionar el libro, se debe invitar al niño a leer y se deben leer una y otra vez los libros familiares y amados.

Antes de leer el libro, se debe asegurar que los niños estén listos, que cada el niño esté sentado para ver el libro, y que los niños estén cómodos.

Antes de empezar a leer se debe presentar al autor e ilustrador del libro, se debe hablar de otros libros del mismo autor o ilustrador , se deben mostrar los detalles de la portada del libro y las imágenes.

El título del libro se debe leer en voz alta. Hable sobre el género del libro, pregunte dónde y cuándo ocurre la historia, presente a los personajes principales y hable con los niños sobre cómo escuchar y mirar la historia antes de leerla. “¿Qué crees que pasará en este libro?”

Se deben elegir diferentes lugares para la lectura. La lectura no siempre debe realizarse en casa, y en ocasiones se deben utilizar diferentes lugares como parques, jardines, bibliotecas infantiles, automóviles o restaurantes para las actividades de lectura.

Se debe animar al niño a decir rimas y expresiones repetitivas, o se debe asegurar la participación del niño en la lectura del cuento creando diferentes sonidos, como la voz infantil de uno de los personajes. .

Durante la lectura, se debe prestar atención a los conceptos del cuento. "Encuentra todos los cuadrados en las imágenes, ¿dónde está el gato?" El desarrollo de conceptos debe apoyarse dando instrucciones como:

Después de leer la historia, se deben hacer preguntas para recordar los eventos que tuvieron lugar en la historia. Se deben hacer preguntas, comenzando con oraciones como “¿Cómo actuarías si estuvieras en el lugar del héroe? ¿Qué harías?" Se debe garantizar que el niño se identifique con el héroe haciéndole preguntas tales como: Se deben explicar los puntos de vista y pensamientos del niño sobre la historia, de modo que se fomente su creatividad. /p>

Las historias nos permiten comprender las ideas del niño. sentimientos y sentir cómo dan sentido a sus sentimientos. Por ejemplo; Un niño que se cae de un tobogán puede tener miedo de volver a jugar en el tobogán. Un niño que pierde su juguete de peluche favorito puede estar muy, muy molesto, pero incapaz de expresarlo. Usar la narración como herramienta para describir un evento y las emociones que lo rodean ayuda al niño a comprender mejor lo que está sucediendo y a aliviar su dolor. Hacer esto de manera constante y adecuada ayuda al niño a comprender, identificar y expresar sus emociones y, aún mejor, a desarrollar habilidades de autorregulación. (Suskind;2018 ; p.173)

Como resultado; El proceso de lectura de un libro no debe ser unilateral sino interactivo. Con una comprensión clásica; en la mente de las madres, el requisito previo para leerle con éxito a un niño; Era un niño tranquilo que escuchaba. (Suskind 2018; p.167). De lo contrario; Al niño se le debe permitir hacer e interpretar preguntas, y la participación activa en lugar de escuchar en silencio durante el proceso de lectura permite que el proceso de lectura progrese de manera efectiva y saludable.

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