¡Viva mucho tiempo con kéfir!

El kéfir, conocido como el secreto de la longevidad de los antiguos turcos, es un producto lácteo que se obtiene fermentando la leche y que suelen utilizar las personas que viven en el Cáucaso, que tiene un clima muy frío. Este producto, que puede elaborarse a partir de leche de vaca, oveja, cabra y búfala, se considera un alimento funcional. Este alimento, que lleva el nombre de la palabra turca "keyf", llama mucho la atención por sus propiedades curativas y su larga vida útil. La característica más importante en términos de nutrición es que se encuentra en el top de los alimentos saludables que llamamos alimentos preprobióticos. Fortalece el sistema inmunológico al evitar que el equilibrio de microbios saludables en el intestino cambie a favor de microbios dañinos. Dado que fortalece el sistema inmunológico, previene la debilidad y el cansancio que se siente con el frío en los meses de invierno, y trata a la persona sin enfermarse, la adición de conservantes o la adición de antibióticos para que los que se consumen en exceso, como Como el yogur, que no se agria ni se corta, han alterado el perfecto equilibrio probiótico de nuestro organismo. Este equilibrio se puede restablecer aumentando el consumo de alimentos como leche, yogur, especialmente kéfir.

ELABORACIÓN Y USO DEL KÉPHIR


Se coloca 1 litro de leche a temperatura ambiente en un frasco de vidrio con tapa. Se añaden 1-2 cucharaditas de granos de kéfir a la leche y se mezclan ligeramente, el truco aquí es que los granos de kéfir no entran en contacto con el metal, por lo que la elección de la cuchara para mezclar debe hacerse correctamente. Luego, el frasco se cierra herméticamente para evitar la volatilización del CO2, que se forma durante la fermentación y le da al kéfir un sabor distintivo. fermentación Se puede preferir un ambiente húmedo y de alta temperatura para facilitar En este ambiente, la levadura de kéfir se conserva durante 24 horas. Al día siguiente, a la misma hora, se separan los granos con ayuda de un colador no metálico y quedan listos para su consumo. Si lo desea, el kéfir se puede conservar en el frigorífico durante varios días. Si se van a volver a utilizar los granos, se pasan por agua tibia y se repiten los mismos procesos. Si no se va a utilizar, se puede meter en un frasco pequeño con un poco de agua, cerrarlo y guardarlo en el frigorífico durante un tiempo prolongado.

Sin embargo, el kéfir no es una bebida para todos los gustos. Aquellos a quienes no les guste su sabor pueden diluir el kéfir y beberlo como si fuera suero de leche. Otra opción sería consumir kéfir como el tzatziki picando en él pepino, menta y eneldo, o endulzarlo con frutos secos y preferirlo como postre como merienda.

Lo importante para fortalecer nuestro sistema inmunológico es consumir kéfir. No hay diferencia entre prepararlo en casa o utilizar kéfir ya preparado. Como parte de una dieta saludable se deben consumir 2 vasos de productos lácteos al día. Si consideramos una de estas opciones lácteas como el kéfir, habremos dado un buen paso hacia el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico.

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