La idea de que tu hijo sea exactamente lo que tú quieres suena genial, ¿no? ¿Sueñas con tener un hijo al que le guste todo lo que te gusta sin excepción, que no se aleje ni cien metros de lo que no te gusta, que elija la profesión que quieras, que sea amigo de quien quieras, que no ¿No hablas con nadie que no quieres y quién se casa con alguien que quieres? Entonces encontrarás muchas cosas útiles en este artículo.
¿Recuerdas el primer momento en que tuviste a tu hijo en brazos? Cuánto necesita y depende de ti desde el primer momento que nace. Te necesitaba para alimentarlo cuando tenía hambre, para protegerlo, para vestirlo cuando tenía frío e incluso para ayudarlo a expulsar los gases cuando tenía gases. Luego creció un poco y empezó a balbucear cuando te reías de él y empezó a inquietarse cuando tu voz se hacía un poco más fuerte. Cuando empezó a caminar, quiso seguirte. Cuando vio a un extraño corrió hacia ti porque confiaba en ti. Cuando era pequeño lo llevabas en brazos a donde querías, pero cuando aprendió a caminar, intentó explorar donde quería y había que correr tras él. Después de un poco más de tiempo, empezó a no comer cuando ya no quería. Quería hacer las cosas por sí mismo y, cuando veía que su hijo lograba algo, lo apreciaba diciéndole “Bien hecho”, aplaudiendo o dándole palmaditas en la cabeza. ¿Usted pregunta por qué? Porque tu hijo estaba empezando a crecer y había conseguido muchas cosas por sí solo. Podía comer su propia comida, ir al baño y vestirse y desvestirse solo. Estas fueron pequeñas señales de que estaba empezando a independizarse cuando era pequeño. Este proceso también se iba desarrollando, incluido el de ser como uno mismo, y esta guerra de independencia continuaría hasta encontrar la propia personalidad. Lo único que necesita de ahora en más será tu amor incondicional y tu confianza en ti. Cuando miras hacia atrás, ¿no sería esto lo único que esperabas de tu familia? Imagina que tu familia te ama, te acepta y te apoya incondicionalmente, con tus pros y tus contras. Por lo tanto, en lugar de criar a un niño exactamente como usted quiere, ¿qué tal si lo apoya para que sea alguien como él?
Cuando se trata de la adolescencia, ¿qué dice? Lo que nos viene a la mente son ejemplos de personas rebeldes, desobedientes, que intentan demostrar su valía, a veces introvertidas, que generalmente quieren estar solas, que pasan más tiempo con miembros del mismo sexo y que las amistades entre hombres y mujeres se vuelven románticas. Entonces, ¿cuál es el papel de los padres o cuidadores a lo largo de todo este desarrollo y cambio físico, hormonal, espiritual, mental y social del adolescente? En este proceso, mientras su hijo intenta dar sentido a sus diferencias mentales y físicas y a sus altibajos de humor, necesita que usted lo comprenda y lo acepte con todas sus competencias y defectos. Su hijo puede volverse torpe durante este período porque sus brazos y piernas crecen más rápido. Es posible que se emocione debido a cambios hormonales o que quiera pasar más tiempo socialmente con sus amigos que contigo. Porque en este proceso, los adolescentes intentan actuar como adultos y al mismo tiempo intentan hacer frente a los impulsos infantiles que surgen de su interior. En este punto, el papel más importante de las familias será acoger a los adolescentes con aceptación incondicional. Entonces, si debo aceptar los errores de mi hijo, ¿cómo le enseñaré el bien y el mal? te estarás preguntando. En este punto, las actitudes y comportamientos familiares pueden considerarse como las dimensiones necesarias de aceptación y límite. La dimensión de aceptación se puede comparar con los dos extremos de una regla que varía desde aceptar a su hijo, centrándose en el adolescente, hasta rechazarlo. Asimismo, la dimensión límite puede considerarse como un amplio espectro que va desde una actitud restrictiva hasta una actitud tolerante.
Si ustedes, como madres, padres o cuidadores, les demuestran a sus hijos adolescentes que los aceptan tal como son, Puedes solucionar los problemas o problemas que les importan, si te interesas por sus aficiones, medias en sus emociones y les haces sentir que comprendes a tus hijos, los adolescentes se sentirán aceptados. Así, tus hijos adolescentes desarrollan personalidades que se responsabilizan de su propio comportamiento, son capaces de controlarse y son conscientes de sus carencias y competencias. Por el contrario, una relación hostil entre padres y adolescente en la que el adolescente es menospreciado, despreciado y sometido a violencia puede impedir la aparición de conductas agresivas en el adolescente. Puede hacer que se escapen de casa, hagan malos amigos o consuman drogas.
Además, muchos padres, consciente o inconscientemente, hacen que sus hijos sientan que no son aceptados de vez en cuando. ¿Cómo? Por ejemplo; Si tu hijo expresa sus pensamientos con frases como “¿Eres muy pequeño y no entiendes?”, “¡No respondas a tus mayores!”, “¿Esto es un problema, hijo/a?”, etc., su hijo probablemente piense que sus sentimientos y pensamientos no son respetados y que usted no lo comprende. Él/ella puede formar amistades que no son aceptadas por su familia, o mostrar actitudes agresivas y tratar constantemente de probarse a sí mismo, o convertirse en un adolescente introvertido que no se abre a nadie.
Estimados padres, en primer lugar, deberían querer escuchar lo que dicen sus hijos adolescentes. ¿Por qué quiere pasar más tiempo con sus amigos y no contigo, por qué empieza a preocuparse más por sí mismo, por qué le gusta sentarse en su propia habitación en lugar de sentarse contigo en la sala de estar, por qué hace poco? ¿torpeza? Realmente debería querer escuchar las razones de esto y también aceptar a sus hijos con sus pros y sus contras. Debe dedicar tiempo a su hijo adolescente y, si no puede dedicarle tiempo en ese momento, debe explicárselo utilizando un lenguaje claro y luego crear el tiempo adecuado para su hijo.
Como resultado, Las madres, padres u otros cuidadores brindan amor y compasión incondicional a sus hijos. Debes demostrárselo, crear un ambiente donde puedan vivir con confianza y recordar que tus hijos pueden tener rasgos de personalidad diferentes a los tuyos.
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