Hay algunas cuestiones importantes a considerar para tener un cabello sano, duradero y brillante. En primer lugar, la herencia genética es, por supuesto, importante, pero también tenemos mucho trabajo por hacer.
En primer lugar, una nutrición buena y adecuada, un sueño de calidad y adecuado y un control del estrés son muy importantes. Las proteínas, los aminoácidos, los ácidos grasos esenciales, las vitaminas y los minerales de los alimentos son los componentes básicos del cabello. El zinc, hierro, selenio, cobre, biotina y otras vitaminas del grupo B, vitamina A, vitamina E, vitaminas D y C nos resultan muy beneficiosas tanto en el crecimiento del cabello como en la reducción de su caída. Las frutas y verduras de temporada, los frutos secos, la carne, el yogur y especialmente los huevos son alimentos maravillosos que contienen todas las vitaminas y minerales. Salvo situación contraria, se debe consumir todos los días. Se debe dejar de fumar, que dificulta la nutrición del cabello, porque altera la circulación sanguínea del cuero cabelludo, y si no se puede dejar de fumar, se debe reducir la cantidad.
El cabello debe lavarse cada dos días Salvo situación contraria, los lavados frecuentes pueden resecar nuestro cabello y alterar la flora natural de nuestro cuero cabelludo, sensibilizando la piel y provocando la caída del cabello. Los champús que no son adecuados para el cabello y los acondicionadores aplicados sobre la piel provocan la caída del cabello y amenazan la salud del cuero cabelludo. Si el cabello y la piel son grasos, podemos conseguir una menor caída y un cabello confortable con champús adecuados para esta condición. Si las puntas de nuestro cabello están secas, podemos combatir esta sequedad con lacas y sueros fiables para el cuidado del cabello. Es necesario cortar las puntas del cabello cada 6 a 8 semanas y no apretarlas por mucho tiempo.
En ocasiones, existen afecciones como postoperatorios, traumas psicológicos, después de dietas pesadas, Enfermedades de tiroides, enfermedades hepáticas y renales y anemia por deficiencia de hierro. Sin embargo, no podemos combatir la caída del cabello solo con nutrientes y vitaminas orales.
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