El trastorno obsesivo compulsivo también se conoce entre el público como enfermedad de obsesión o delirio. Este trastorno es un trastorno psiquiátrico que se desarrolla en la forma en que una persona repite constantemente ciertos movimientos para eliminar el hecho de que ocupa constantemente su mente y no puede controlarla, aunque sepa que es irracional.
Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo se encuentran en un estado de miedo debido a los pensamientos ansiosos que involuntariamente ocurren en sus mentes. Para superar estos pensamientos aterradores, los individuos repiten el comportamiento que destruirá ese pensamiento, una y otra vez. Esta situación reduce en gran medida la calidad de vida, impide que la persona realice el trabajo que necesita y provoca que se sienta extremadamente cansado durante el día.
A día de hoy, aún se desconoce la causa exacta de esta enfermedad, pero se cree que se produce debido a factores biológicos y ambientales. Los factores biológicos también muestran una actividad excesiva en una determinada parte del cerebro: tan pronto como comienzan los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo, el cerebro puede volverse aún más activo y dar lugar a pensamientos negativos.
Los factores ambientales pueden enumerarse como acoso, enfermedad, muerte de un ser querido, pensamientos ansiosos sobre el trabajo o la escuela y preocupaciones sobre las relaciones. Estos factores pueden desencadenar las obsesiones de una persona.
No se debe esperar que el trastorno obsesivo-compulsivo se cure por sí solo. Por esta razón, es sumamente importante buscar tratamiento.
En la psicoterapia cognitivo-conductual se identifican y tratan sistemáticamente los trastornos de conducta del individuo. La terapia conductual se realiza directamente sobre el comportamiento negativo. En este método, se explica al individuo el propósito y la lógica del tratamiento y se le enseña cómo afrontar la ansiedad en lugar de huir cuando se enfrenta a situaciones preocupantes. En el tratamiento farmacológico, se utilizan fármacos para aumentar el nivel de serotonina en el cerebro de los pacientes. El tratamiento con terapia con dispositivos (TMS), que es otro método de tratamiento, se utiliza si existe una afección que impide que el paciente use el medicamento, si el paciente se queja de los efectos secundarios del medicamento, si no se puede aumentar la dosis debido a los efectos secundarios y, en la mayoría de los casos, Más importante aún, si no hay progreso visible a pesar del tratamiento con medicamentos.
El tratamiento con EMT crea un campo magnético que empuja las células cerebrales hacia afuera. n advierte. Este tratamiento, que pueden utilizar fácilmente mujeres embarazadas y niños, no tiene efectos secundarios.
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