¡Oh, ese Internet!

* “No puedo decir nada de que sea mi hijo, siempre está frente a la computadora, solo sale de su habitación para ir al baño. La mayoría de las veces no viene a vernos y tengo que llevarle la comida a su habitación. Qué juego tan interminable, literalmente tomó a mi hijo como rehén. ¡Ay Internet! Me robó a mi hijo". No escucha lo que digo ni responde los correos electrónicos y mensajes entrantes. Lo entendería si fuera su trabajo, pero en mi opinión, usa Internet innecesariamente y se queda atrapado en él”.

* “Nuestra situación en la cama por la noche es así; Mi esposa y yo estamos al borde de la cama, con el teléfono en la mano, absortos en Internet. Ya no tenemos conversaciones ni nuestra vida sexual.”

* “Mi marido solía pasar el rato en los rincones del café y volvía tarde a casa, pero todavía estaba conmigo por la noche. Ahora llega a casa a tiempo, pero se mantiene ocupado jugando en Internet hasta la mañana. Ahora su socio principal es Internet, parece que ha entrado en razón. No puedo hacer que levante la vista de la computadora". Quizás lo estoy disfrutando, pero este juego arruinó mi sueño. "Ha afectado negativamente mi vida empresarial debido al insomnio". Sólo tienen relaciones virtuales y él no se queja de esta situación. Se desconectó de la vida real. No participa en bodas, viajes, entretenimientos, en definitiva, ninguna actividad común. Sus amigos que pasaban por allí insistieron y le obligaron a llevarlo al cine. En el camino de regreso, sus amigos me contaron sobre el extraño habla y comportamiento de mi hijo, y me quedé estupefacto. ¿Qué le pasa a mi hijo?

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