El bebé humano es el que más ayuda necesita entre los animales. El bebé nace dependiente de la madre. La madre le proporciona nutrición, sueño, seguridad y todo lo que necesita. Esto es natural por un tiempo. A medida que pasa el tiempo, el bebé debe destetarse del pecho, bajarse del regazo de la madre y empezar a gatear, ir al baño y poder quedarse solo y dormir un rato cuando sea necesario. El niño debe aceptar la separación de su madre y su padre no sólo conductualmente sino también emocionalmente.
Con el vínculo creado por la placenta, el bebé ni siquiera puede percibir que él y su madre son personas diferentes durante mucho tiempo. Para él, el universo es una cosa. La relajación equilibrada de este fuerte vínculo determina nuestra confianza en nosotros mismos y nuestra actitud hacia el mundo en los últimos años de nuestra vida.
Algunas actitudes que mostramos al niño le hacen sentir inseguro. El niño que se siente inseguro se aferra a su madre como el refugio seguro más cercano. Este apego no es sólo para satisfacer sus necesidades, significa que el niño, que piensa que no puede hacer nada por sí solo, escapa irrealmente del mundo que tiene delante. Esta inseguridad se puede ver en familias que no permiten que el niño lleve a cabo ni siquiera las responsabilidades que puede asumir. Controlar constantemente al niño, interferir en sus acciones y darle consejos innecesarios no sólo hará que el niño no sea capaz de ensayar sus propias habilidades y reconocerse a sí mismo, sino que también le provocará problemas para darle sentido a la vida. El motivo de este tipo de comportamiento también puede ser la adicción de la madre al niño. Los padres que lo ven como parte de sí mismos y quieren moldearlo y poseerlo como desean, muestran un comportamiento protector extremo. Un acercamiento ansioso al futuro del niño puede hacer que usted exhiba comportamientos que crearán lagunas en su carácter. Este tipo de niños pueden desarrollar fobia a la guardería y al colegio y no pueden adaptarse a estos entornos durante mucho tiempo. Este es un mal comienzo para sus capacidades cognitivas y su mundo social.
Es posible que esta relajación y desapego equilibrados no funcionen bien para todos los niños. Debemos animarlo a ser libre. Al resaltar sus habilidades, talentos y fortalezas, debemos enseñarle las armas que utilizará cuando su figura materna y paterna no estén con él. rastro. No debemos negarle nuestro apoyo ni ignorar las cosas que él no puede hacer. Las críticas y comparaciones dañan enormemente su confianza en sí mismo. Incluso cuando imita un trabajo que puede hacer un adulto, menospreciarlo le dice: "Eres sólo un niño". Decir eso sólo lo hará sentir mal. Los niños de esa edad hacen preguntas que a nosotros nos pueden parecer ridículas. Estas preguntas contienen la primera información que utilizará para darle sentido a la vida. Por lo tanto, debemos dar respuestas correctas a cada pregunta que nos haga. Deberíamos intentar crear entornos donde pueda establecer relaciones con las personas, los animales y la naturaleza, y apoyarlo como modelo a seguir cuando entre por primera vez en este tipo de interacciones sociales. Estas sugerencias asegurarán que su hijo tenga una alta confianza en sí mismo y no viva dependiendo de una figura de autoridad en su vida.
Para animar a nuestro hijo a abrirse al mundo exterior, primero se debe crear un terreno en el que se sienta emocionalmente seguro. Debes besar, abrazar y, a veces, dormir con tu hijo. Deberías expresar tu amor. Debes pasar tiempo juntos y demostrarle que siempre lo apoyarás en cualquier problema que pueda encontrar. Además de todo esto, debes animarlo y acostumbrarlo poco a poco a pasar tiempo solo.
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