El testículo no descendido es una afección congénita más común en los niños, caracterizada porque el testículo no es palpable dentro del escroto (bolsa). El testículo no descendido es la ausencia de testículos unilaterales o bilaterales en la bolsa durante los exámenes realizados desde el día del nacimiento.
El testículo no descendido se observa en el 0,8-1 % de los niños de 1 año. Es más común en bebés nacidos prematuramente o con bajo peso al nacer. Los testículos no descendidos se observan bilateralmente en un tercio de los casos.
Testículos no descendidos
Los testículos no descendidos son testículos que no se pueden sostener de manera constante en el escroto, no se pueden bajar al escroto y causar dolor cuando se baja.
Testículo retráctil. (testículo tímido)
El testículo retráctil es una variante del testículo normal y se define como el testículo que sale espontáneamente del escroto y regresa al escroto de forma espontánea y puede permanecer en el escroto durante un cierto período de tiempo. A veces puede resultar difícil distinguir un testículo retráctil de un testículo no descendido.
Diagnóstico
Lo importante en el diagnóstico es la historia y el examen físico realizado por la familia. Los métodos de imagen para determinar la localización de los testículos no tienen ningún aporte adicional.
La ecografía no tendrá ningún beneficio adicional. Los pacientes con testículos bilaterales no palpables requieren investigación genética y endocrinológica.
Estudios de imágenes
Los métodos de imágenes no indican con certeza si los testículos están presentes o no. Para obtener imágenes se pueden utilizar métodos de ultrasonido y resonancia magnética. Aunque la ecografía y la resonancia magnética no son invasivas, son costosas, requieren mucho tiempo y tienen poca precisión. Además, la resonancia magnética se puede realizar bajo anestesia. Esto hará que la mayoría de los pacientes que van a cirugía reciban anestesia por segunda vez. No se solicita tomografía computarizada para evitar daños por radiación.
Tratamiento
A partir del diagnóstico de testículo no descendido se debe realizar la cirugía lo antes posible (a partir de los 6 meses de edad). El objetivo aquí es aumentar las posibilidades de una producción hormonal adecuada y proteger la fertilidad futura (la capacidad de tener hijos), evitar estudios de imagen innecesarios, reducir la ansiedad de la familia, reparar cualquier hernia simultánea, reparar el dolor abdominal. Para prevenir una futura malignidad (convertirse en un tumor maligno) por un testículo pasado por alto y para prevenir daño psicológico colocándolo en el escroto y manteniéndolo en su anatomía normal.
El tratamiento debe comenzar a partir de los 6 meses de edad. La intervención para bajar los testículos debe completarse en un plazo de 12 meses, y como máximo en un plazo de 18 meses.
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