Lo que la familia debe hacer, y quizás lo más difícil, es aceptar el proceso tal como es. De este modo, será más fácil afrontar la situación y producir soluciones realistas. Rechazar el proceso significa poner cada día un nuevo obstáculo al progreso. No aceptar la situación existente hace que el niño sufra en todos los campos del desarrollo, por ejemplo, hace que el niño se retrase aún más en habilidades que puede desarrollar cognitivamente; Cuando el niño es aislado de la sociedad por la familia debido a la preocupación de que no será aceptado en la sociedad, no puede desarrollarse socialmente. Además de todo esto, tanto la familia como el niño se ven arrastrados a la desesperación emocional, por lo que este círculo vicioso continúa.
Es importante tener una buena comunicación y una fuerte cooperación entre los terapeutas ocupacionales y las familias para alcanzar el nivel deseado en cada etapa del tratamiento.
Los niños pasan la mayor parte del tiempo en casa con sus familias. A menudo escuchamos hablar de la importancia del juego tanto para el desarrollo sensorial de los niños como para su participación en la vida diaria. En este punto, se espera que la información positiva y negativa recibida de los padres sirva de apoyo para un abordaje correcto del terapeuta en la preparación del programa terapéutico más adecuado para el niño. Tras la información necesaria tras la sesión, los padres deben contar con el apoyo del terapeuta ocupacional para asegurar la continuidad del proceso, la permanencia del tratamiento y, lo más importante, establecer el vínculo correcto con el niño. En la terapia y el programa en el hogar creado utilizando toda la información recibida, la cooperación con el terapeuta para crear tiempo significativo para que los padres pasen con sus hijos y desarrollen/aumenten sus habilidades agregará color al proceso de terapia. Como terapeutas ocupacionales, vemos a la familia y al niño como un todo durante el proceso terapéutico. No es posible considerar al niño solo al determinar los objetivos del tratamiento.
Está entre los deberes de los terapeutas ocupacionales ayudar a las familias a aceptar el proceso en el que se encuentran. Mientras apoyamos a las familias teniendo en cuenta los conocimientos científicos y teóricos y tratamos de infundir esperanza; Hacer promesas que no se harán realidad significa abandonar la identidad científica y terapeuta. Teniendo en cuenta todo esto, los terapeutas ocupacionales deberían apoyar a las familias como maestros de los niños. El objetivo es explicar qué actitudes se deben adoptar de acuerdo con los deseos y necesidades del niño, garantizar que los niños tengan conocimientos sobre sus áreas de desarrollo y cómo apoyar sus habilidades de desarrollo, y proporcionar información sobre cómo apoyar su comportamiento y sus habilidades sociales. . Los ergoterapeutas realizan las orientaciones pertinentes de acuerdo con las necesidades del niño. Su objetivo es aumentar la eficiencia dirigiéndolos a especialistas que les brindarán el apoyo necesario.
Lo importante es contribuir y apoyar juntos la educación, el tratamiento y las familias de los niños, comprendiéndolos y apoyándolos. Estar en cooperación es el primer y principal paso del desarrollo.
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