Las prácticas de medicina preventiva son de gran importancia para un envejecimiento saludable. Una nutrición equilibrada, actividad física personalizada, protección contra accidentes, vacunas, controles médicos periódicos y un diagnóstico y tratamiento precoz de las enfermedades bajo la supervisión de un médico, y el seguimiento de las enfermedades crónicas son indispensables para una vida sana.
Alcanzar una edad saludable física, espiritual y socialmente, es importante estar en buena forma. Hoy en día, las políticas y programas relacionados con el envejecimiento saludable se centran en mejorar la calidad de vida y la salud general. Los signos y síntomas de la enfermedad en personas de mayor edad pueden ser diferentes en comparación con los de las personas más jóvenes. Por ejemplo, sólo porque no tengas fiebre no significa que no haya infección. A veces, incluso un ligero deterioro del estado general, malestar y disminución de la nutrición y del apetito pueden ser signos de infección. Nuevamente, los síntomas de muchas enfermedades pueden diferir de los signos y síntomas de pacientes adultos y jóvenes. Por esta razón, es importante realizar un seguimiento con un médico experimentado al respecto.
No está bien atribuir a la edad y la aceptación debilidad, fatiga, disminución del apetito, palpitaciones, olvidos y muchos otros síntomas. ellos como de costumbre. Todos estos síntomas deben considerarse como signos de enfermedad y deben examinarse.
Los trastornos alimentarios (desnutrición) en pacientes de edad avanzada
Los trastornos nutricionales son un problema de salud importante problema en todo el mundo. La desnutrición puede presentarse en forma de sobrenutrición o desnutrición que causa desnutrición proteico-energética. Especialmente en el grupo de personas mayores, la desnutrición es un problema de salud importante tanto para las personas mayores que viven en la comunidad como para las que se alojan en residencias de ancianos, residencias de ancianos y hospitales. Las personas mayores con desnutrición constituyen un grupo de riesgo en términos de susceptibilidad a infecciones, enfermedades y muerte.
Dos de cada 3 personas mayores se saltan una comida al día. Además, factores como el vaciado gástrico prolongado y los cambios en el sentido del gusto, que normalmente ocurren con el envejecimiento, provocan desnutrición. En este grupo de edad, las enfermedades crónicas, los problemas dentales y de masticación, el uso excesivo de medicamentos, enfermedades como la demencia y la depresión y los factores socioeconómicos también son condiciones que predisponen a la desnutrición. En ocasiones, la desnutrición puede ser el primer signo y síntoma de enfermedades graves y, si se diagnostica en una etapa temprana, la enfermedad subyacente puede causar daños graves. Puede tratarse sin tratamiento.
Aunque la persona crea que está comiendo normalmente, los alimentos que ingiere diariamente pueden no satisfacer las proteínas y energía que necesita. Por esta razón, todas las personas de este grupo de edad deben someterse a pruebas de detección de trastornos nutricionales bajo la supervisión de un médico y un dietista. La desnutrición es una afección que debe tratarse, especialmente en el grupo de edad geriátrico. Se deben realizar ajustes dietéticos tempranos y las intervenciones necesarias en personas con desnutrición o riesgo; Se deben tomar las precauciones adecuadas antes de que comience el proceso irreversible.
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