Miedos de la infancia

Cada emoción tiene una función en la vida humana. El miedo, por otro lado, es una emoción que nos protege de los peligros desde la infancia y asegura nuestra supervivencia. Miedo comparado con sentimientos como placer, alegría, felicidad; Se puede definir como una de las emociones que hacen que el niño sea más desafiante y difícil de afrontar.

Los niños pueden desarrollar diferentes miedos en cada etapa de edad. Su hijo puede expresar miedo a las sombras, los monstruos, los ladrones, los sifones y los ruidos fuertes. Especialmente a partir de los dos años, la sensación de miedo se vuelve más pronunciada. A la edad de dos años, la imaginación de los niños comienza a desarrollarse. Es una época en la que comienzan los juegos simbólicos y también se ven amigos imaginarios. A esta edad, la capacidad del niño para utilizar el lenguaje se desarrolla y le cuesta establecerse. >Miedos comunes en los niños:

Miedos desarrollados a través del modelado y la imitación

Los niños observan a sus padres con mucha atención a medida que crecen. Imitan sus reacciones ante los acontecimientos y tratan de implementarlas. Cuando un padre que teme a los perros huye al verlo, le enseña al niño que el perro es un animal al que hay que temer. Este miedo se refuerza cuando el niño ve al padre asustado más de una vez. El niño puede aprender no sólo de los padres, sino también de sus hermanos, compañeros, vídeos e imágenes vistos.

Enfoque de los padres. Temores que se desarrollan debido a esto

Las familias pueden usar palabras amenazantes para disciplinar al niño, a menudo sin darse cuenta del daño que le causará. “Si vuelves a portarte mal, no te hablaré”, “Si no escuchas mi palabra, te entregaré a otro”. Decir palabras como "Si no duermes, vendrá la venganza" refuerza la sensación de miedo del niño. El enfoque sobreprotector del padre que quiere proteger al niño contra los peligros puede hacer que el niño tema muchas cosas.

Miedos a través del aprendizaje
Algunos miedos son el resultado de un evento o experiencia negativa emerge, es decir, se aprende. Las experiencias negativas y las reacciones a esas experiencias pueden reforzar el sentimiento de miedo.

Se necesita tiempo para que los niños alcancen la madurez espiritual y mental necesaria para afrontar el sentimiento de miedo. En los miedos infantiles, la atención se centra en aprender y enseñar a los niños cómo lidiar con los miedos en lugar de su existencia. Los miedos y su proceso pueden cambiar según la edad y las características del desarrollo. Si el miedo se vuelve crónico, si tienes dificultades para afrontarlo, si afecta negativamente a tus hábitos alimentarios, de sueño y de vida social, puedes buscar apoyo de un especialista.

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