Como en todos los períodos del desarrollo, existen algunas características fisiológicas, psicológicas, emocionales y de comportamiento en la infancia y la adolescencia. Como seres humanos, seguimos viviendo y cambiando en nuestra vida diaria. Durante este cambio, es posible que ocasionalmente nos encontremos con problemas que se atascan y no se pueden resolver. Puede haber momentos en que los adultos no puedan entender el mundo de los niños y adolescentes. Debido a la ansiedad que experimentan los padres, algunos problemas pueden percibirse como irresolubles. En este punto, puede ser necesario solicitar un servicio de asesoramiento psicológico para padres e hijos con el fin de obtener una perspectiva profesional de las situaciones compartiendo las experiencias de los padres.
Entonces, ¿en qué casos se debe buscar asesoramiento psicológico?
Hoy en día se puede consultar a un consejero psicológico tanto ante acontecimientos cotidianos como ante actitudes y comportamientos inesperados. A continuación se muestran ejemplos de ellos:
∙ Aceptar y cuidar al bebé que se unirá a la familia durante el embarazo, ∙ Desarrollo y psicología de la infancia, niñez y adolescencia desde el nacimiento, ∙ Elegir el juguete adecuado,
∙ El acercamiento del bebé a la familia y el acercamiento de la familia al bebé,
∙ Situaciones que pueden ocurrir si se incorpora un nuevo bebé a la familia,
∙ Psicología infantil durante el proceso de divorcio,
∙ Procesos de cambio de casa o habitación,
∙ Padres que se alejan del niño por primera vez y posibles situaciones relacionadas con ello, ∙ Inicio de guardería, guardería y colegio procesos,
∙ situaciones problemáticas que pueden ocurrir en las relaciones familiares,
∙ cambios en la escuela y amigos,
∙ una situación importante vivida por los miembros de la familia (enfermedad , accidente, muerte, duelo, etc.) ∙ Trastornos del sueño y de la nutrición,
∙ Trastornos del habla,
∙ Estados extremadamente letárgicos o hiperactivos en comparación con lo normal,
∙ Aumento del miedo y la ansiedad,
∙ Sentimiento de culpa,
∙ Actitudes y ansiedad innecesarias,
∙ Aumento de las advertencias de personas-instituciones relevantes (cuidador, escuela,…),
∙ Mojar la cama,
∙ Dentición nocturna, apretar o apretar gorgoteos,
∙ pesadillas y alteraciones del sueño,
∙ actitudes irritables y agresivas,
∙ dependencia de miembros de la familia (p. ej., madre, padre,…) < / p>
∙ Incapacidad para satisfacer las necesidades personales por sí solo (baño, etc.)
∙ Silencio o introversión como de costumbre,
∙ Fobia a la escuela,
∙ En casos de falta de confianza en uno mismo,
∙ Preocupaciones/inestabilidad académica,
puede solicitar el servicio de asesoramiento psicológico.
“Recuerde, recibir asesoramiento psicológico durante la crianza de un hijo no es una situación negativa. Recibir asesoramiento psicológico cuando sea necesario mientras se cría a un hijo demuestra que se es un padre responsable”.
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