Hay muchas razones diferentes para la recesión de las encías. Estas razones pueden ser estructurales y genéticas, algunas se deben a factores irritantes y otras a enfermedades de las encías. La estructura de las raíces de los dientes, los trastornos del sistema masticatorio y la longitud de las inserciones de los músculos son algunas de las razones estructurales. Las causas irritantes pueden enumerarse como cepillado de dientes áspero e inadecuado, placa bacteriana y sarro, malos hábitos como morderse las uñas y el bolígrafo, y restauraciones inadecuadas de puentes y coronas. Debido a la recesión de las encías, pueden producirse caries, sensibilidad dental y problemas estéticos. En el tratamiento de la recesión gingival se pueden aplicar diferentes tratamientos, como tratamientos periodontales o cubrir la recesión con restauraciones de puentes de corona, dependiendo del tamaño y ubicación de la recesión. Pero la prioridad en el tratamiento comienza con encontrar la causa y eliminarla, es decir, si la recesión de las encías se debe a una enfermedad de las encías, la prioridad debe ser tratar la enfermedad de las encías, o si la recesión se debe a un empaste defectuoso, el reemplazo. de este empaste será el primer paso del tratamiento.
Tener una encía sana, cuando se seca es de color rosa claro, se asemeja a una cáscara de naranja y rodea los dientes por todos lados. Entre la encía sana y el diente existe una bolsa gingival cuya profundidad varía entre 1 y 3 mm. Si se produce una infección en las encías, se produce una apariencia sangrante, hinchada y enrojecida. Las enfermedades de las encías ocurren como resultado de infecciones en las encías y en los huesos que rodean y sostienen los dientes.
El ambiente bucal está lleno de microorganismos, estos microorganismos forman constantemente placas pegajosas e incoloras en los dientes, llamadas placa bacteriana. . El cepillado y el uso de hilo dental ayudan a prevenir la formación de placa bacteriana. Las placas bacterianas que no se limpian se endurecen y forman sarro que no se puede limpiar con el cepillo. Si la placa bacteriana y el sarro no se limpian, se produce la formación de ácido en la superficie del diente, lo que debilita el esmalte dental, provoca caries y puede provocar enfermedades de las encías.
Durante la gingivitis, que es la etapa inicial de la enfermedad de las encías, las encías pueden inflamarse, enrojecerse y sangrar, esta etapa de la enfermedad puede ser reversible por lo que los chequeos de rutina son una parte importante del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de las encías. Es de gran importancia. Si la gingivitis no se trata, se produce una afección más grave llamada periodontitis. En esta etapa, las encías pueden retroceder, el hueso alveolar que sostiene los dientes puede disolverse, los dientes pueden aflojarse e incluso puede ocurrir la pérdida de dientes.
Los síntomas de la enfermedad de las encías son los siguientes:
-Sangrado, mal aliento -Encías -Encías rojas
-Encías hinchadas -Dolor al masticar -Dientes flojos y abiertos
-Encías sensibles -Recesión de las encías -Dientes que parecen largos
-Formaciones de abscesos
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