Limita la grasa en tu dieta. Especialmente manténgase alejado de los aceites sólidos tanto como sea posible. Puedes elegir aceite de girasol,
de oliva, de avellana y de maíz. Manténgase alejado de los alimentos fritos y consúmalos hervidos o horneados. No utilizar más de 2 cucharadas de aceite por 1 kg de alimento vegetal.
Preste atención al consumo de colesterol. Evite consumir demasiado colesterol. Prácticamente, a la hora de consumir alimentos
animales, puedes elegir los bajos en grasas. Por ejemplo, leche desnatada, yogur, queso.
Aumentar el consumo de fibra. La fibra tiene un efecto reductor del colesterol. Consume al menos 5 porciones de verduras
frutas al día. Elija productos integrales. Consume legumbres al menos dos veces por semana. De este modo
podrás obtener suficiente fibra.
Mantén tu peso corporal ideal. Si no conoces tu peso corporal ideal, busca ayuda de un experto. Intenta mantener tu peso corporal.
Haz ejercicio.
Aléjate del tabaco y del alcohol.
Limita el consumo de sal si tienes hipertensión.
Y por supuesto, no olvides consumirla. ¡mucha agua!
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