Hubo una relación que comenzó con buenas esperanzas. Pasaron los años; Resultó que esta unión no se trataba sólo de dos personas. Familias extendidas y nucleares; Amigos; sincero o no sincero; obras; diferencias de carácter; quiere; Expectativas; Sueños; estilos de comunicación; hábitos; preferencias, etc. De hecho, esa relación estaba lejos de ser una relación de pareja.
Entonces tuviste un hijo; uno o más de uno. Si la relación iba bien, de buena gana desde el principio; Si no desapareciera, sería una curita, que es una carga que se le impone al niño antes de nacer; Mientras que una parte quiere tener un hijo y la otra no, quizás por la fuerza o por aceptación; Sin embargo, es muy importante que el niño esté preparado por ambos lados; El primer hijo creció, hubo problemas, entonces dijeron tengamos otro hijo, las cosas cambiarían, como si naciera el segundo hijo; Parece que tendrá el poder de gestionar el carácter y el comportamiento de sus padres.
¡Y luego resulta que la relación no va bien! Un lado quería terapia de pareja; La otra parte se mostró testaruda, preguntándose cómo alguien más podría manejar lo que nosotros no pudimos manejar, y no se tomó ninguna medida. -En terapia de pareja se discuten dos extremos, es decir, continuar o divorciarse, pero el objetivo es gestionar esto de forma saludable.-
Se consideró la parte del divorcio, pero "sigo con la relación sólo por el bien del niño, lo soporto".
Se decidió continuar con las siguientes frases. Esto se convierte en una enorme carga para el niño. Quizás en ese momento pienses que te estás sacrificando y haciendo algo bueno por tu hijo. Sin embargo, aunque pienses “yo no lo haría, no lo reflejaría en mis hijos”, ante la más mínima discusión o problema dices “¡lo estoy pasando por ti!” O puede que te encuentres diciendo frases como "¡Lo soporté por el bien del niño!". No debe hacerse esto a usted mismo, a su cónyuge ni a sus hijos. Recuerde, padres infelices significan hijos infelices; Un niño feliz prospera en un entorno donde hay padres felices.
Esto puede que te venga a la mente mientras lees; ¿Es necesario terminar la relación inmediatamente? Claro que no; En primer lugar, lleva meses o años sin poder salir de allí. Podrás obtener apoyo de terapia de pareja para solucionar tus problemas. Como resultado de las discusiones, decidirás si continuar la relación o no. Sin embargo, cuando eliminas la incertidumbre por ti mismo; Habrás quitado una enorme carga de encima a tu(s) hijo(s).
Además; Podrás aprovechar tu tiempo al máximo y ser productivo. Esto significa que tu hijo podrá expresarse libremente y que crearás un ambiente tranquilo.
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