Conciencia del azúcar

La diabetes es una enfermedad conocida popularmente como diabetes. La diabetes no es una enfermedad que pueda ocurrir repentinamente. Si tienes sobrepeso y consumes de forma desequilibrada y frecuente en tu dieta diaria alimentos que llamamos hidratos de carbono (pan, arroz, pasta, fruta, bollería, azúcar y alimentos que contienen azúcar, etc.), esto indica que eres candidato a padecer diabetes.

Antes de convertirse en diabético, definitivamente tiene enfermedades importantes como resistencia a la insulina, niveles bajos de azúcar (hipoglucemia) y prediabetes, que son afecciones comunes. Entonces ¿debería tener miedo de estas enfermedades? ¡Por supuesto, la respuesta es no! Simplemente debe dejar el trabajo al experto y luego convertirse en un experto tomando capacitación en nutrición.

En lugar de definir la diabetes como una enfermedad, debes considerarla como un niño juguetón dentro de ti que constantemente intenta dirigirte hacia lo negativo. Debes saber que si te llevas bien con este niño, te hará vivir mucho tiempo, y si te llevas mal con él, te hará gatear en lugar de matarte.

El El niño juguetón que llevas dentro siempre te dice cosas como: 'Deberías comer dulces, nunca puedo tener suficientes', ¿verdad? Esto es muy normal porque los diabéticos experimentan constantemente hambre celular debido a su metabolismo.

Si tuviera que dar un ejemplo; Temprano en el día, elegiste un desayuno con bajo contenido nutricional, sin consumir nuestro tradicional desayuno de queso, huevos, pan, aceitunas y té. Entonces sólo comías bagels o pasteles, con otro ejemplo; Nada más despertarte por la mañana no te apetecía desayunar, pero el postre que sobró de tus invitados de la velada te llamó la atención y fuiste a comerlo con mucho gusto. Debes saber que tendrás hambre en periodos de tiempo muy cortos ese día. Y recuerda que cada vez que tengas hambre, querrás especialmente algo dulce. Sólo hay una razón para esto. ¡Tus células tienen mucha hambre! Así es exactamente como transcurre la vida de un diabético.

La solución es realmente muy sencilla. Sólo necesitas ser el entrenador de tu cuerpo, necesitas darle una buena educación a ese niño que llevas dentro. Necesitas escuchar las necesidades de tu cuerpo. También debes prestar más atención a tu hígado, que es la fábrica del cuerpo. Es necesario aprender a planificar esto con la naturaleza y los nutrientes, no con la medicina.

Sugerencias:

Como dice la Organización Mundial de la Salud, si tus aspectos Espíritu, Cuerpo y Social son fuertes, estás sano. ¡Recuerda!

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